Antes que el anuncio de su fusión catapultase a los pequeños municipios rurales de Oza y Cesuras a las portadas de la prensa nacional, las quinielas apuntaban a Curtis y Vilasantar . Una posibilidad apenas esbozada en conversaciones informales y que desembocó finalmente en la vía intermedia de compartir servicios.

Los dos concellos han solicitado permiso a la Diputación para contratar conjuntamente el mantenimiento del alumbrado público. Una medida con la que pretenden lograr un ahorro de más del 10%. De forma paralela, Curtis y Vilasantar ultiman los trámites para prestar de forma consorciada con Sobrado dos Monxes la recogida de basuras.

Los tres ayuntamientos ya han obtenido los permisos de Diputación y el Estado y confían en licitar el servicio en breve. Las negociaciones para consorciar la recogida de basura les ha llevado casi tres años. Su nueva apuesta por reducir costes con la contratación conjunta del alumbrado público ha embarcado ahora a los alcaldes, Javier Caínzos y Fernando Pérez, en un trabajo de campo, el de contabilizar los puntos de luz instalados en ambos municipios y las características de la red para realizar un pliego conjunto.

Actualmente, estos concellos comparten también el servicio supramunicipal de emergencias (GES) con base en Curtis. Una prestación que financia casi íntegramente Xunta y Diputación, que pagan el 80% del servicio, y que ha provocado división de opiniones entre los concellos de la comarca de la montaña por las tarifas establecidas por Curtis y el recargo del 50% a los concellos que fija la Xunta.

Precisamente este viernes Vilasantar celebrará un pleno extraordinario forzado por el BNG para exigirle a Curtis que retire la ordenanza fiscal.