La urbanización Sol y Mar, ubicada en la parroquia arteixana de Oseiro, sigue abandonada por el Concello. Y la situación cada vez va a peor. Lo denuncian los vecinos de la zona y lo demuestra el estado en el que se encuentran las infraestructuras del área residencial. Basta con darse un paseo por la urbanización para apreciar sus carencias, desperfectos y la falta de mantenimiento. Bajos de edificios abandonados y ocupados por los jóvenes para celebrar botellones, ratas caminando por las calles, coches abandonados por sus dueños, aceras rotas... Es el panorama de una urbanización en la que los vecinos piden a gritos la acción inmediata del Ayuntamiento. "Tuvimos ya varias reuniones pero no nos hacen ni caso. El alcalde se comprometió hace cosa de un mes a solucionar nuestros problemas pero todavía no ha hecho nada", denuncia un portavoz de los afectados.

Los residentes en Sol y Mar denuncian la situación de "total abandono" de la urbanización, en la que viven casi un millar de vecinos. Aunque su batalla se ha centrado en el traslado de las líneas de alta tensión -una vieja reivindicación de los vecinos- también les preocupa, y mucho, el estado en el que se encuentran las zonas comunes de la urbanización. Los afectados exigen al Concello que ordene a los propietarios de los bajos privados que los adecenten. Y es que, según explican los vecinos, estos bajos fueron tapiados pero alguien los ha roto. Ahora los jóvenes han encontrado allí un lugar para reunirse a beber y los residentes hasta tuvieron que expulsar a una familia que intentó asentarse en el lugar.

Pero este no es el único problema del que alertan los residentes. "Sale agua fecal por las calles, la fuente lleva años sin echar agua, hay trapicheos y coches abandonados por sus dueños desde hace años y las aceras están rotas", denuncian los afectados, que alertan de una situación de "insalubridad" con la que la zona residencial se ha convertido en un hogar para las ratas.

Los vecinos exigen al Ayuntamiento que tome medidas urgentes para mejorar el estado de la urbanización, pero no parecen tener mucha fe en las gestiones del Ejecutivo local. "Dijeron que iban a destinar una partida a mejorar esta zona pero nosotros no hemos visto nada", denuncian los afectados, que aseguran que trasladaron sus quejas al alcalde, Carlos Calvelo, en numerosas ocasiones.