Las obras del puerto exterior han afectado notablemente al litoral de Arteixo. Basta con echar un vistazo a la costa de las playas de Alba y Sabón: si hasta hace unos años el borde que separa la arena del mar dibujaba una línea recta, en la actualidad se ha convertido en una semicurva. Y lo más curioso, al lado de esos dos arenales ha nacido una nueva playa surgida de los movimientos de las corrientes provocados por el dique de Langosteira. Todavía no tiene nombre, pero muchos se refieren a ella como Constanza, en honor a la roca que se encuentra al final del arenal y que marca el comienzo del puerto exterior.

Después de todos los cambios acometidos por la mano del hombre en el entorno del puerto exterior, la madre naturaleza ha hecho de las suyas. Las obras de Langosteira han alterado de tal forma las corrientes y mareas de esta zona de Arteixo que los vecinos de Rañal cuentan desde hace una temporada con una nueva playa. Algunos bañistas ya se percataron hace tiempo de la presencia de este arenal, ubicado frente a la central térmica de Sabón, pero este verano la afluencia va a más.

Xabier Maceiras, un vecino de Rañal e historiador aficionado, ha visto evolucionar la geografía de la costa arteixana y este es uno de los fenómenos que más le sorprenden. Según comenta, son cada vez más los bañistas que acuden a este arenal, en parte, gracias a la facilidad para aparcar en sus alrededores.

La playa todavía no ha sido bautizada, pero muchos vecinos se refieren a ella como Constanza, porque así se llama la roca que marca el inicio del puerto exterior. Maceiras explica que el origen de este nombre se remonta a Constanza das Mariñas, hija del Señor de Suevos y de las Torres de Cillobre de A Laracha. Según las pesquisas de este vecino, muchas de las tierras de esta familia serían los terrenos que actualmente ocupa el polígono de Sabón.

Historia aparte, el nuevo arenal se ha convertido en un punto de encuentro para vecinos y visitantes, que huyen de la gran afluencia de Alba y Sabón y de las plazas de aparcamiento completas para cobijarse en esta playa.

El problema con el que se encuentran los bañistas son los accesos: el Concello todavía no ha tomado cartas en el asunto y los propios vecinos decidieron ponerse manos a la obra para realizar varias entradas al arenal. Pero estas resultan peligrosas para personas de edad avanzada o con movilidad reducida, que ven imposible acceder al arenal y tienen que conformarse con observarlo desde Sabón. "Los accesos están muy mal y el Concello debe hacer algo", explica Maceiras, también concejal del BNG en Arteixo.

Pero los acceso no son el único problema. La playa no cuenta con los servicios básicos de duchas, fuentes o vigilancia de socorristas. Ni siquiera se ha instalado todavía una papelera en el arenal, lo que hace que los bañistas tenga que desplazarse hasta la playa de al lado para tirar sus residuos.

Los vecinos reclaman al Concello que se ponga manos a la obra y saque partido a un arenal que, casi por arte de magia, decidió instalarse frente a la térmica de Sabón. "Si no lo hace es una oportunidad muy buena desaprovechada", concluye Maceiras, para indicar que el BNG trasladará el asunto al alcalde.