El Gobierno gallego anunció en octubre de 2013, cuando entró en servicio el último tramo de la vía ártabra, que esta nueva infraestructura sería utilizada por unos 15.000 vehículos diarios. La memoria de tráfico del año pasado que ha publicado la Xunta, no obstante, demuestra que por esta vía circulan una media de unos 2.000 vehículos cada día, es decir, un 86,6% menos de lo que preveía el Ejecutivo autonómico.

Los datos de las estaciones de aforo muestran que el tramo entre O Castelo (en el límite entre Sada y Oleiros) y la entrada de la ártabra en la rotonda de Coiro, en la carretera Nacional VI, es el más utilizado con unos 2.369 vehículos diarios, de los que un 3,7% son pesados (camiones, tráilers).

El tramo de la ártabra entre Meirás y Veigue (abierto en 2012) registró el año pasado una circulación de 1.965 vehículos de media al día. Los datos muestran que los conductores apenas recurren a este vial porque se han percatado de que realmente no ahorran tiempo, sobre todo en el caso de los que llegan a la N-VI, donde les coge el cuello de botella del semáforo de O Carballo.

La situación cambiaría si se conectase la ártabra con la AP-9: el anterior conselleiro de Medio Ambiente anunció el pasado junio que antes de terminar dicho mes se licitaría el proyecto, pero aún no se ha hecho.

Un dato que llama más aún la atención es que la variante de Oleiros, un tramo que no llega a dos kilómetros que enlaza la capital municipal con la ártabra y que es más utilizado por los conductores que la propia ártabra: las estaciones de aforo contabilizaron unos 2.544 vehículos al día por esta variante.