Oza-Cesuras aprobó ayer, con los únicos votos del PP, el último presupuesto del mandato, de cinco millones (700.000 euros más que el del ejercicio anterior). El Concello fusionado ha logrado elevar un 30% su inversión con respecto a 2014 a base de subvenciones y transferencias, pero las dificultades del día a día salieron a aflorar en el transcurso de la sesión plenaria.

En respuesta a las críticas de la oposición por la no convocatoria de una comisión previa al pleno, el secretario municipal explicó que la ley solo establece la constitución de una comisión gestora, sin establecer más reglas para afrontar el día a día. "Tenemos que improvisar, estamos en un régimen transitorio y no existe una regulación, aunque sería lo lógico", lamentó el habilitado nacional.

Una afirmación que comparte la Corporación local al completo, que afronta la transición entre dudas que van más allá de las dificultades diarias en la gestión y que apuntan al futuro del municipio fusionado. A pesar del incremento del presupuesto si se compara con la suma del de los dos extintos municipios por separado, lo cierto es que las cuentas no coinciden con las previsiones recogidas en el plan de viabilidad. Los gastos políticos no se han reducido en 70.000 euros, los ingresos por tasas e impuestos se mantienen sin apenas variaciones, y la "marca Oza-Cesuras" no ha atraído la inversión anunciada. Los proyectos que deberían impulsar al concello fusionado y reducir su dependencia están en el aire.

Precisamente, las diferencias entre lo prometido y el resultado de la fusión centraron ayer el debate del presupuesto. BNG y PSOE votaron en contra de un presupuesto que los nacionalistas tacharon de "clientelar" (por la duplicación de las ayudas "a dedo") y "electoralista". La portavoz del Bloque, Estefanía Busto, cuestionó la viabilidad del flamante municipio por su excesiva dependencia de las subvenciones, y criticó nuevamente el "despilfarro" en protocolo, propaganda y gasto político.

El presidente de la gestora, Pablo González Cacheiro, defendió un presupuesto "realista", presumió del incremento con respecto a los dos municipios por separado e incidió especialmente en el aumento en un 30% de las inversiones. Cacheiro admitió que incluye aportaciones no comprometidas, como una provincial para recuperar el parque del sanatorio, y tachó de demagógicas y falsas las críticas por los gastos de gobierno.