El Concello bautizaba en 2007 la macrourbanización de Monte Piñeiro como Nuevo Miño para ilustrar la dimensión de este polémico complejo urbanístico de 750 viviendas situado en la zona de influencia de protección de costas y en el entorno de las marismas del Río Baxoi y playa Grande, dos de los enclaves de mayor interés ambiental del municipio.

La decisión de la Xunta de dar luz verde a la adaptación al Plan do Litoral de este polémico desarrollo gestado en 2002 y la tramitación por parte del Concello de una modificación del plan general para reordenar el ámbito y recalificar otros dos sectores próximos, el del camping y el auditorio, ha propiciado una oleada de críticas.

La modificación urbanística llegará al Parlamento a a través de Alternativa Galega de Esquerdas (AGE), que exigirá al Gobierno gallego que revise y deje sin efecto la resolución de la Secretaría Xeral de Urbanismo de 2013 en la que decretó la compatibilidad del complejo urbanístico con el Plan de Ordenación do Litoral.

Las agrupaciones locales de BNG y PSOE también han avanzado su rechazo a una maniobra que los tres partidos tachan de "pelotazo". Todos los grupos critican la elevada edificabilidad que el Concello concede a este ámbito de 0,60 metros cuadrados por metro cuadrado, muy por encima de la media del suelo urbanizable del PGOM de Miño, de 0,23.

Las diferencias se disparan si se pone el foco en la densidad de vivienda, que se mantiene en sesenta viviendas por hectárea, cinco veces por encima de la media (12,3). En una proposición no de ley registrada ayer a la mañana en el Parlamento, AGE incide especialmente en este punto. El diputado Antón Sánchez reclama a la Xunta que adopte medidas para frenar este "pelotazo injustificable e injustificado".

AGE recuerda que el Concello duplicó la edificabilidad y triplicó la densidad de este sector (R-3) en el plan general aprobado en 2002 incumpliendo la ley de costas, ya que ambos parámetros "superan con mucho la media del suelo urbanizable del PGOM de Miño". AGE advierte además que el sector de Piñeiro, incluido en su totalidad en la zona de influencia de los 500 metros de la ley de costas es el de mayor edificabilidad y densidad de todos los sectores de vivienda colectiva delimitados en el PGOM y el que presenta mayores alturas y número de plantas.

Nacionalistas y socialistas apelan al impacto de esta macrourbanización en un enclave de interés ambiental que el propio Plan do Litoral reconoce. El BNG avanza que alegará contra esta modificación del PGOM y pone el foco en el elevado porcentaje de viviendas vacías y de segunda residencia en esta pequeña villa marinera con 5.786 habitantes que ya ha sido condenada a anticipar más de veinte millones, cuatro veces su presupuesto, a los expropiados por la macrourbanización de Fadesa, sin finalizar. En una línea similar, el PSOE acusaba ayer al Gobierno local de "hipotecar Miño para varias generaciones".