La Consellería de Medio Ambiente, Territorio e Infraestruturas firmará un convenio con Oza-Cesuras para unificar los planeamientos de los dos extintos concellos. Y es que en este ayuntamiento fusionado el urbanismo camina a dos velocidades. El Consistorio se rige por dos planeamientos previos a la alianza, el de Oza fue aprobado en 2001 y Cesuras disponía únicamente de las normas subsidiarias de 1997.

La secretaria xeral de Ordenación do Territorio e Urbanismo, Encarnación Rivas, y el presidente de la gestora de Oza-Cesuras, Pablo González Cacheiro, mantuvieron una reunión para fijar las pautas del nuevo acuerdo que permita hacer del planeamiento de este pueblo un instrumento uniforme.

La Xunta incorporará al equipo a la redactora del plan general de Cesuras, contratada en 2008 y cuyo trabajo quedó en suspenso a raíz de las negociaciones de la fusión. El Gobierno gallego ha aportado hasta el momento una ayuda de 120.000 euros para el diseño urbanístico del extinto municipio cesurano, de los cuales 60.000 ya han sido abonados.

El encuentro entre Pablo González Cacheiro y Encarnación Rivas para desbloquear el urbanismo del concello fusionado sirvió para consensuar los criterios técnicos y para marcar un calendario de trabajo, según informó ayer la Xunta en un comunicado remitido a los medios. La Consellería de Territorio no informa en su nota sobre los plazos que establece para unificar el planeamiento en Oza-Cesuras.

A partir de ahora, será el Concello el que deberá redactar sus propuestas de ordenación, que posteriormente serán analizadas por la secretaria xeral de Urbanismo.

El gran ausente de la fusión

El plan de viabilidad de la fusión de Oza y Cesuras no hacía ninguna mención al futuro urbanístico del nuevo concello. Una omisión que no solo suscitó las quejas de la oposición, si no también de vecinos de Cesuras que presentaron alegaciones al proyecto de la alianza, temerosos de las consecuencias del proceso en sus propiedades y en el futuro desarrollo de este pequeño municipio rural, de población dispersa.

En respuesta a las alegaciones, el extinto Concello de Cesuras introdujo un párrafo en el plan de viabilidad para plasmar su compromiso de elaborar un instrumento que establezca las directrices de crecimiento del pueblo.

El hecho de que Cesuras fuese un concello sin un núcleo definido, población muy dispersa y eminentemente forestal no hizo acrecentar los temores de parte de los vecinos, que vaticinaban que su concello sería absorbido y relegado a un entorno forestal de Oza, sin apenas crecimiento.

Durante su primer año de andadura, el Gobierno local de Oza-Cesuras no se ha pronunciado sobre sus planes urbanísticos. La Xunta tampoco establece plazos para la aprobación del documento que garantice el crecimiento ordenado del concello fusionado.