Dos empresas recurren la negativa a pagar sus facturas que aprobó la oposición

Dos empresas han recurrido la resolución del Concello de Cambre de rechazar facturas pendientes que tumbaron en pleno PSOE, UxC, EU y BNG. Los cuatro grupos votaron en contra de un reconocimiento extrajudicial de facturas por más de 6.000 euros, entre las que se incluía la del proyecto para rehabilitar la Casa da Arrigada como biblioteca, en el pleno del pasado enero. La iniciativa solo contó con los apoyos del Gobierno local y de PdeC, insuficientes para dar luz verde a los abonos. Ahora, la Corporación municipal deberá votar en el pleno ordinario de este jueves la propuesta de estimación del recurso interpuesto por dos de las empresas afectadas, que reclaman sus pagos al Ayuntamiento.

Las empresas cuyas facturas pendientes incluyó el Gobierno en el reconocimiento extrajudicial rechazado en pleno han presentado un recurso de reposición contra la resolución aprobada en sesión plenaria, informó ayer el Gobierno local. El interventor municipal había advertido durante el pleno en que salió rechazado el reconocimiento de facturas que las empresas afectadas podrían reclamar en los juzgados.

El pago pendiente más cuantioso que figuraba en el reconocimiento era el del proyecto para transformar la Casa da Arrigada en biblioteca. Los cuatro grupos rechazaron aprobar la factura, que ascendía a cerca de 5.000 euros, por el diseño de una futura biblioteca para el emblemático edificio modernista ya que, recordaron, el pleno había aprobado otro fin para el inmueble.

En concreto, la Corporación cambresa había aprobado, con el voto en contra del Ejecutivo municipal, la propuesta de EU de utilizar la centenaria casa para habilitar en ella un aula de naturaleza y de interpretación del río Mero. El Gobierno local justificó la elección del proyecto de biblioteca para el inmueble porque permitiría una reorganización estratégica de espacios públicos del Concello. La solución elegida por el Ejecutivo que dirige Manuel Rivas liberaría espacio en la planta superior del centro de salud que en la actualidad ocupa la sala de lectura al trasladarse esta dependencia a la Casa da Arrigada, de modo que esa planta podría cederse al Sergas y albergar más servicios sanitarios. Además, la biblioteca sería más accesible, defendió el Gobierno. Los grupos criticaron que no se respetara la voluntad de la mayoría de la Corporación y se vulnerase un acuerdo plenario.