Fue el pleno que recordó a Saladina, pilar fundamental de la asociación de vecinos de Carnoedo que ayer recibió el merecido homenaje póstumo de la Corporación. Fue también la sesión que aprobó una moción institucional en apoyo a los trabajadores del cerco, "tarde, mal y arrastro", en opinión de Lito Pérez, del BNG, que le echó en cara al alcalde, Ernesto Anido, que se sume ahora a las reivindicaciones del colectivo tras votar en contra de anteriores propuestas.

Y, sobre todo, fue un pleno de despedidas. El socialista José Garrote rompió el hielo con agradecimientos a Eduardo Díaz y Gabriel Rocha, las dos personas que le embarcaron en la política hace ocho años, a los trabajadores del Concello y a todos los integrantes de las corporaciones con las que compartió escaño y de los que aprendió "para lo bueno y lo malo".

Tras los aplausos, más despedidas. La socialista Raquel Bolaño no dejó pasar la oportunidad de agradecer a Garrote su trabajo y apoyo y también quiso despedirse de los ediles de otros partidos que dejarán la Corporación y apoyarán sus respectivas siglas desde una segunda fila.

Una de ellas es la nacionalista Ximena Campos, que visiblemente emocionada, improvisó un adiós con una dedicatoria especial a su compañero y exalcalde Abel López Soto, que también dejará la Corporación. "Una persona que hace grande la política", destacó. Los halagos cogieron por sorpresa al exregidor, que abandona la primera línea tras 15 años en las bancadas y que se mostró ayer agradecudo con los suyos y conciliador con los rivales. "Siempre he tenido una relación fluida con los compañeros de corporación en lo personal", destacó. López Soto agradeció el "cariño y respeto" de los sadenses y deslizó alguna que otra pulla a sus rivales envuelta en reconocimientos a sus exsocios. "Pudimos equivocarnos en algunas cosas, pero nunca dimos espectáculo".

El alcalde, Ernesto Anido, también dejó a un lado los reproches para reconocerle a su rival del BNG su trato "cordial": "Hemos tenido una relación fluida y cordial personalmente. Le deseo lo mejor". Y más aplausos.

Este anómalo clima de cordialidad estuvo salpicada de más de una pulla de la oposición a Anido. El PSOE le reprochó al regidor que mintiese sobre los riesgos de no renovar el contrato de limpieza viaria y le obligó a reconocer que con el nuevo contrato no solo no se había puesto en peligro el servicio sino que el Concello había ahorrado 100.000 euros anuales.

Los reproches más duros que recibió Anido le llegaron nuevamente de sus exaliados del PDSP. Emilo Gómez exigió al alcalde que aclarase por qué envío a su domicilio varios requerimientos para pedirle una copia del expediente de hace diez años que daba cuenta de la segregación de la finca en la que tiene su vivienda. El edil del PDSP desveló también que el hermano del regidor le había interpuesto dos denuncias, una por calumnias ya archivada, y otra sobre supuestas lagunas en su declaración de bienes. "Habla de un coche que es propiedad de mi hijo y un monte que me expropiaron hace diez años", sostuvo el edil, que exige a Anido que aclare cómo accedió su pariente a su declaración de bienes.