La designación de diputados por el PP ha desencadenado una crisis en la comarca de Betanzos y ha dejado más que en evidencia la ausencia total de sintonía entre el alcalde de Oza-Cesuras, Pablo González Cacheiro, y su homólogo de Curtis, Javier Caínzos.

Como ya informó este diario, el partido envío el pasado viernes un correo interno a los concejales electos por el partido judicial betanceiro en el que les informaba no solo del horario previsto para la votación de ayer en el juzgado, sino también de los diputados designados a los que debían avalar con sus votos.

"Tras escuchar a cada uno de vosotros y con la seguridad de que estar en la Diputación lo merecen tanto estas personas como otras, la decisión es la siguiente: los primeros dos años, Javier Caínzos, y los siguientes dos años, Pablo González Cacheiro", rezaba la circular.

A la vista de la reacción del alcalde de Oza-Cesuras, parece que la decisión no era tan consensuada como dejaba entrever el comunicado. Solo una hora después, el mismo viernes, Pablo González Cacheiro renunciaba al cargo y trasladaba al secretario provincial, Diego Calvo, su malestar por lo que consideraba una "afrenta", al obligarle al compartir asiento con un "exconsejero de Caixa Galicia tras el escándalo de preferentes". "No sería ni ético ni moral", afirma rotundo en un comunicado en que no ahorraba críticas a la cúpula de su partido en A Coruña. "Poco parece haber entendido el mensaje de los ciudadanos, que con sus votos han clamado cambios y menos palabras. De nada vale decirlo cuando después observa nombramientos como el que nos acompaña".

El regidor del primer municipio fusionado en Galicia en 45 años apeló al "grave perjuicio" que la venta de preferentes ocasionó "en el patrimonio de miles de pequeños ahorradores de la comarca y de toda Galicia" y rechaza de plano compartir asiento en la Diputación con su homólogo de Curtis que, como consejero de Caixa Galicia, "percibió solo durante 2011 más de 26.900 euros" y que "aún no ha reintegrado las dietas como consejero ante el silencio del PP". Este alcalde popular no duda en poner directamente en la diana al presidente del PP de A Coruña, Carlos Negreira, al que le echa en cara que "premie" a Javier Caínzos pese a elevar al pleno del Consistorio coruñés una moción en la que exigía a los exconsejeros de la extinta caja por el PSOE, Mar Barcón y Salvador Fernández Moreda la devolución del dinero cobrado en el ejercicio del cargo.

Pese a dispensar fuertes críticas al partido que representa, Pablo González Cacheiro deja claro que no entra en sus planes abandonar el PP y contrapone a los responsables de la dirección popular de A Coruña con el presidente del PP gallego, Alberto Núñez Feijóo, "el mejor referente de la política y del que podemos sentirnos orgullosos los gallegos", en opinión de Cacheiro.

La dirección provincial se limitó a decir que su decisión fue avalada ayer en la junta electoral por "15 de las 16 personas". "El alcalde de Caínzos está perfectamente capacitado para poder ser diputado", subrayan. Caínzos evitó hacer declaraciones.

Y es que la designación de Javier Caínzos y del alcalde de Vilarmaior, Carlos Vázquez -al que el PP provincial nombró como sustituto del alcalde de Oza- fue aprobada ayer por 15 de los 16 convocados en el juzgado de Betanzos. El apoyo no fue óbice para que varios alcaldes del área se mostrasen críticos con el método elegido para la designación de candidatos. "Normalmente elegimos a los diputados en una reunión, pero este año, puede que por la premura de que nos citasen tan pronto en los juzgados, se hizo de esta manera, no se consensuaron", lamentaba ayer el veterano regidor de Coirós, Francisco Quintela, que deja claro que él no tenía el menor interés en ser diputado y que se muestra partidario de que no sean los alcaldes, sino concejales los que ocupen los asientos provinciales para poder dedicar más tiempo a la labor. Una opinión compartida también por el homólogo de Vilarmaior.

Ninguno de los alcaldes consultados entró a analizar las críticas a la designación de Javier Caínzos. "Los trapos sucios se lavan en casa", zanjó el popular Quintela.