El río Mandeo se desbordó ayer por segundo día consecutivo y anegó de nuevo el Malecón de Betanzos, que registró una subida del nivel del agua de entre quince y veinte centímetros. Ayer se contaba con que alcanzase la máxima subida y para hoy se espera que empiece a bajar por lo que podría haber una menor afección. Las mareas vivas coincidieron con días de lluvia, luna llena y un viento que sopló hacia la villa. Muchos vecinos de la zona se sentaron cómodamente a contemplar el espectáculo, que se repite cada año desde hace décadas entre proyectos del Concello, de la Xunta y del Estado que nunca se han llevado a cabo. El Ejecutivo brigantino propone ahora trasladar a los vecinos afectados a las viviendas vacías que tiene el Gobierno gallego en el casco histórico.