El alcalde de Carral, José Luis Fernández Mouriño, ha permanecido durante los últimos días junto a los familiares de las cuatro víctimas carralesas del accidente en el Rally de A Coruña, con un total de siete fallecidos y quince heridos, de los que cuatro siguen hospitalizados. El regidor se muestra cauto a la hora de pronunciarse sobre las medidas de seguridad de esta competición deportiva en la que perdieron la vida siete personas y otras 15 resultaron heridas al ser arrolladas en una zona considerada segura por la organización.

"Como todos los deportes de esta clase, los rallies entrañan siempre cierto riesgorallies . Es evidente que cuantas más medidas de seguridad, mejor, pero no deja de ser un deporte de riesgo. Seguro que de esta desgracia se quitarán conclusiones para intentar mejorar las medidas de seguridad a tomar"medidas de seguridad, replica al ser consultado por este diario.

El regidor de este pequeño municipio rural, de poco más de seis mil habitantes, ha tenido que enfrentarse a la mayor tragedia registrada en el deporte español seguida de la que tuvo lugar en el circuito de Montjuic en 1975. Y todavía no se ha curado del espanto que siguió a la fatídica salida de vía que tiñó de luto las fiestas patronales del pueblo.

"Cuando el viernes empezaron las fiestas todo era alegría e ilusión, recibíamos palmadas y abrazos por lo bien que iba todo. En solo unos instantes la felicidad se tornó tristeza e impotencia. Desde ese momento hicimos todo lo que estaba en nuestra mano, intentando ayudar a las familias en todo lo que necesitaban", relataba ayer tras visitar los centros escolares acompañado por el conselleiro de Educación, Román Rodríguez, y por un equipo de psicólogos que se reunió con el claustro de profesores para ofrecerles su apoyo y darles nociones para detectar cualquier anomalía en el comportamiento de los pequeños.

A consulta de este medio, José Luis Fernández Mouriño explica que los familiares de las víctimas "aprovecharon la presencia de las autoridades durante los últimos días para resolver sus dudas" y que la organización de la prueba "estuvo presente en todo momento" y les trasladó personalmente sus condolencias. "Ahora están pendientes de hacer una reunión con las familias que quieran y explicar todo lo necesario", avanzó.

El regidor también se ha puesto en contacto con el piloto, Sergio Tabeayo, que se encuentra "destrozado", en palabras de su entorno próximo. "He hablado con él varias veces. Está muy afectado, como es normal. Solo se acuerda de perder el control del coche", explica el mandatario, que cree que el plan de seguridad era correcto.

Preguntado sobre si considera que hubo suficientes efectivos, que las zonas peligrosas estaban correctamente delimitadas y que las distancias de seguridad eran suficientes, Fernández Mouriño replica que el plan de seguridad, en su opinión, era correcto.

"Por lo que escuché a expertos y participantes en rallies de esta clase, los tramos eran buenos y apropiados. No soy técnico de seguridad, pero entiendo que el plan, ya que estaba aprobado, era el adecuado", replica.

El regidor sostiene que el Concello no asumía ningún tipo de responsabilidad en la organización y que se limitaba a facilitar los terrenos y a poner a disposición los efectivos de Protección Civil. Fernández Mouriño recalca que todo el tramo era por vías secundarias, con poco tránsito de coches, y que no atravesaban ningún tramo de población.