Todos los partidos con representación en Arteixo coinciden en que es preciso revisar la normativa del polígono de Sabón, construido en la década de los sesenta y sujeto a una ordenanza que se ha quedado obsoleta.

Los grupos discrepan sin embargo a la hora de pronunciarse sobre el Sabón futuro. Los populares son partidarios de aprobar una ordenanza global que flexibilice los usos y pone de ejemplo los parques A Grela o Pocomaco, en los que conviven usos terciarios e industriales. El concejal de Urbanismo, Alberto Castro, no tuvo reparos en admitir que Sabón es "un polígono de Sabón" y apostó por abrir la puerta a la implantación del sector terciario y "apartar la industria contaminante a Morás", más alejado de la población.

El propósito del Gobierno municipal no convence a la oposición, que manifestó sus dudas sobre la conveniencia de ampliar los usos de la totalidad del parque empresarial por el impacto que podría tener sobre el comercio y la hostelería local y la posible fuga de industrias al "fomentarse la especulación con el suelo".

PSOE, TeGa y BNG se mostraron de acuerdo en cambiar los usos de las parcelas del polígono más próximas al núcleo urbano, pero no permitir los usos terciarios en la totalidad del parque empresarial. La oposición apostó por estudiar "caso a caso" para evitar una "desindustrialización" del municipio, que ya ha sufrido numerosas bajas en la industria en los últimos años.