Una mujer que fue agredida por un mono durante su visita a Corax Fauna, la casa-zoo de Paderne, ha presentado un recurso ante la Audiencia para exigir medidas ante el comportamiento "gravemente imprudente" de los gestores.

Su abogado, Daniel Paz (del bufete Tedara), relata que el incidente se produjo el 31 de diciembre de 2014, cuando la mujer, siguiendo las instrucciones de la guía, daba de comer al una mona (de nombre Maripili) que se abalanzó sobre su mano y le mordió un dedo provocándole un desgarro por el que tuvo que ser intervenida quirúrgicamente.

Más allá de la agresión, el bufete de abogados denuncia el "comportamiento irresponsable" de los gestores de las instalaciones, que permiten que los visitantes introducirse en el interior de los recintos de animales salvajes en cautividad como tigres, lobos, hienas... "El propio guía insiste para que los toquen, acaricien, les den alimentos", relata el letrado en su denuncia, que fue archivada por el Juzgado de Instrucción de Betanzos ( recientemente la Guardia Civil presentó otra contra los gestores por desobediencia grave).

El bufete adjunta a la denuncia fotografías de la visita en que puede verse a tres parejas con sus hijos junto a un tigre, unos ejemplares de lobo o un lince. Desde el despacho precisan que las instantáneas eran tomadas por los gestores de las instalaciones, que cobraban 50 euros por reportaje y 15 por fotografía.

Tras sufrir la agresión, la denunciante envío un escrito a la Xunta para requerir información sobre la situación legal de este recinto zoológico. En su respuesta, emitida el pasado 24 de febrero, el Servizo de Conservación da Natureza sostenía que este recinto solo dispone de autorización de colección zoológica privada y que "en ningún caso está autorizada su apertura al público" y que la "exhibición pública de los animales no está permitida".

La web de la empresa promocionaba aún ayer diferentes actividades públicas en el interior de las instalaciones. Entre otras, "recorridos por los diferentes recintos, interactuando con las especies que integran la colección zoológica" : "dar de comer a un mapache, tocar un lobo, acariciar un tigre...", son algunas de las experiencias que recomiendan en su portal.

La denuncia ante la Audiencia trasciende una semana después de que el Servicio de Protección da Natureza de la Guardia Civil levantase acta de infracción a la empresa por desoír las órdenes de cierre.

Los agentes del instituto armado tramitaron una denuncia ante el Juzgado de Betanzos en la que imputaban a los gestores un acto de "desobediencia grave" por desoír las órdenes de cierre y la prohibición de exhibir las más de cincuenta especies de animales salvajes en cautividad que en su finca de San Julián de Vigo, en el municipio rural de Paderne.

A consulta de este diario, la Consellería de Medio Ambiente sostuvo que había realizado varios requerimientos a la empresa para que cumpliese la normativa y que, ante la inacción del gestor, le había impuesto una multa para obligarle a cerrar las instalaciones al público o tomar medidas para adaptarse a la normativa.

A preguntas de este diario, Corax Fauna sostuvo que "en ningún momento el establecimiento estuvo abierto como zoológico" y que las "escasas actividades que se realizan en el núcleo zoológico se ciñen a las autorizaciones".

La empresa no hizo mención al incidente que propició la última visita del Seprona. El abogado de la denunciante sostiene que Corax no se puso en contacto con su representada. "No llamaron en ningún momento para interesarse", critica. Desde el bufete aportan testimonios de que la empresa cobraba por las visitas al interior del recinto sin expedir tickets ni facturas. La Justicia tendrá la última palabra sobre el futuro de este núcleo zoológico.