La empresa de catering que abastece a tres comedores escolares de Culleredo, tres de Cambre y un instituto de Betanzos ha prometido a los padres que no se volverán a repetir los problemas registrados en los menús en los primeros días del curso, aunque asegura ignorar la causa de las deficiencias. En una reunión con padres de alumnos y directores de los centros afectados, la empresa garantiza que se cumplió la cadena de frío y que los análisis realizados a los alimentos que se encontraban en mal estado -un puré fermentado- revelan que todo estaba correcto en sus ingredientes, relata la vicepresidenta de l Asociación de Nais e Pais (ANPA) del colegio Sofía Casanova de Culleredo, Cristina Ínsua. La adjudicataria avisa, además, de que cobrará el mismo importe a los padres que si el servicio se hubiese prestado sin incidencias.

Los progenitores avanzan que darán "un margen" a la empresa para que el servicio mejore y, si no es así, aseguran que estudiarán qué medidas tomar y pedirán responsabilidades a la Xunta, responsable de la contratación del servicio de catering de los colegios. La vicepresidenta del ANPA del Sofía Casanova asegura que "se veía fe de querer arreglarlo", pero duda de que las palabras de los cuatro representantes de la empresa presentes en el encuentro se conviertan en un cambio en el modo de trabajar de los implicados en el proceso de preparación y transporte de la comida.

En concreto, la empresa se comprometió, cuenta Cristina Ínsua, a que no volverá a faltar comida en los centros, en especial, en el Sofía Casanova y el Torrente Ballester, los que más sufrieron la escasez de comida, asegura la vicepresidenta del centro cullerdense. Los principales problemas detectados en los comedores de los estudiantes fueron platos en mal estado, como un puré fermentado, defecto que detectó el personal del comedor a tiempo, antes de servirlo a los pequeños; e insuficiencia de la comida llevada a algunos centros, tanto de platos cocinados como de piezas de fruta, lo que provocó que varios niños se quedaran sin ciertos alimentos y que fuese necesario compartir una fruta.

La representante de los padres del Sofía Casanova asegura que, mientras que en dos centros faltaba comida, en los demás hasta sobraba, por lo que sospecha de un problema en el recuento de las raciones correspondientes a cada colegio o en su distribución. Asegura que la empresa se ha comprometido a aumentar la cantidad que suministrará a estos dos colegios y garantiza que no se repetirá la escasez de comida. La vicepresidenta apunta a lo paradójico que resulta que la empresa prometa solucionar un problema cuando no conoce su origen aunque confía en la voluntad mostrada en la reunión. Critica, sin embargo, que se vaya a cobrar la cuantía íntegra de los menús.