La Secretaría Xeral de Ordenación do Territorio ha dado un fuerte varapalo al Ayuntamiento de Carral en el Informe Previo a la Aprobación (IPAI) del plan general. En un duro informe, la Xunta ordena al Gobierno local (PP) reducir sus previsiones de crecimiento residencial e industrial por irreales.

La Consellería de Medio Ambiente e Territorio insta al Concello realizar numerosos cambios en el PGOM para adaptarse a la ley de suelo. Entre otras anomalías, la Xunta reprueba la clasificación como urbanos de varios polígonos que no cumplen las características; la "delimitación artificiosa en núcleo rural de bolsas de terreno aisladas"; la excesiva previsión de expansión de localidades de crecimiento progresivo; o la reclasificación como urbanizable de terrenos rústicos de especial protección con una alta potencialidad agrícola.

ECrecimiento residencial sin fundamento. El departamento autonómico reprueba que el Concello plantee la construcción de 4.164 viviendas nuevas en un horizonte de 20 años, lo que supondría incrementar el parque inmobiliario en 208 casas al año. "Supondría duplicar el parque existente, algo que supera lo que puede considerarse razonable para la dinámica de crecimiento del municipio". La Xunta ve contradictorio que Carral se plantee semejante expansión pese a que su crecimiento poblacional en los últimos años ha sido escaso en comparación con concellos de su entorno como Arteixo, Culleredo o Cambre. La Secretaría Xeral de Ordenación do Territorio reprueba de modo especial que prevea 3.156 viviendas, 100 al año, en suelo urbano consolidado en el entorno de la villa. "Triplicaría las existentes", advierte el departamento autonómico, que destaca el incremento de pisos vacíos en el municipio (de 344 en el 2001 a 668 en 2011). La Xunta considera también excesiva la previsión de crecimiento en los núcleos rurales. El PGOM plantea 1.235 nuevas viviendas, parte de ellas en zonas con una "clara tendencia regresiva" como O Curro, A Horta do Conde, A Ponte Lago, A Cabra, Galgóns o Souto Filgueira.

EMás suelo industrial sin justificar la demanda. La Xunta reprueba también la previsión de dos sectores de suelo urbanizable industrial (S-01 y S-02) que considera injustificables "de acuerdo con los principios de racionalidad y sostenibilidad" dado que ya prevé el crecimiento del polígono de Os Capelos.

EClasificaciones indebidas. La Secretaría Xeral de Ordenación do Territorio tumba varias clasificaciones de suelo urbano y rural que recoge el planeamiento. Advierte de la catalogación indebida como urbanos de una decena de terrenos que no reúnen las características, como los situados al este de la calle Alcalde Francisco Javier Alvajar, en la calle Revolta o en Tabeaio. El informe censura también las "delimitaciones artificiosas como suelo de núcleo rural de bolsas de terrenos y edificaciones aisladas de los asentamientos originarios en zonas como A Bailía, Bacelo, A Mella, Belvís, Vilasuso o A Ribeira.

EInvasión de terrenos rústicos de especial protección. La Xunta advierte de que los sectores de suelo urbanizable industrial S-01 y S-02, invaden zonas que se deben clasificar como suelo rústico de especial protección porque abarcan terrenos con una elevada potencialidad agrícola. Estos sectores invadirían además zona de policía de aguas. Uno de los polígonos incluye terrenos rústicos que sufrieron un incendio y que la Consellería de Territorio ordena mantener como rústico de protección forestal.

EIncorrecciones en los límites del municipio. La Xunta advierte que las fronteras del municipio que establece el plan general no coinciden con los fijados por el Instituto Geográfico.

EEquipamientos prohibidos en suelo rústico y construcciones en zonas inundables. La Secretaría Xeral de Ordenación Territorial advierte al Concello que prevé un equipamiento en suelo rústico de protección de infraestructuras, donde no están permitidos. La Xunta reprueba también la previsión de edificaciones en un ámbito susceptible de padecer un grave riesgo de inundación.

El informe obligará ahora a Carral a revisar el plan general, lo que retrasará aún más la aprobación de un documento que acumula retrasos. El urbanismo de este ayuntamiento rural se rige aún por las normas subsidiarias aprobadas en 1994. La redacción del PGOM fue adjudicada en 2011 a Estudio Técnico Gallego.