Representantes de la comarca se sentaron ayer en una foro de debate para hablar de la comarca y la armonización entre las políticas de la ciudad y los concellos del entorno, de conseguir una verdadera "ciudad metropolitana", como calificó el presidente de la asociación anfitriona de la charla en el Sporting Club Casino, Andrés Precedo. El debate, de tono cordial y que pasó de puntillas por la herida de Nostián en sus intervenciones iniciales, reflexionó sobre la integración de la ciudad en la mancomunidad, para lo que el regidor coruñés pidió "tiempo y paciencia". El presidente del Consorcio, José Antonio Santiso, instó a Xulio Ferreiro a definir, aunque se demore la incorporación, en qué cuestiones se puede cooperar, ya que "el melón está abierto" por los cambios legislativos.

El presidente del Consorcio y alcalde de Abegondo, José Antonio Santiso, recordó el fracaso de una mancomunidad en la que A Coruña no respetaba al resto de municipios, de lo que culpó a Francisco Vázquez, y la fundación de un Consorcio sin la ciudad que ha funcionado siempre "por unanimidad y consenso". "En las últimas semanas sí ha habido disenso [la postura del alcalde de Arteixo respecto a Nostián] pero no dentro del consorcio, sino a la hora de conformar la mancomunidad", señaló el regidor abegondés.

Santiso demandó al alcalde coruñés, Xulio Ferreiro, que participe en la construcción de la mancomunidad, "incluso antes de formar parte". "Lo que te voy a pedir es que nos digas en qué nos podemos consorciar, en qué servicios; no solo que mandes en nosotros, sino en qué quieres mandar en nosotros", explicó, "ya que al margen de cuestiones legales, es el momento de poner en marcha un proyecto de futuro". El presidente del ente supramunicipal, que ha de reconvertirse en mancomunidad por la nueva legislación, apunta a cuestiones como un consorcio de transportes, agua, energía, policías, bomberos... "Está abierto el melón para mancomunar otros servicios", afirmó.

El alcalde de Culleredo, Julio Sacristán, compareció en nombre del presidente de la Diputación coruñesa, Valentín González, del que disculpó su ausencia. "Hablar del área metropolitana es hablar de un fracaso continuo", señaló el regidor cullerdense, que relató cómo "idolatraba" el modelo mancomunado de Barcelona, con "algunos éxitos" pero que acabó fracasando "debido a la legislación" . "Ahora, por un capricho de un ministro, va a hacer fracasar el consorcio, un ente solvente, sin deuda y que nunca dio problemas", criticó.

El Gobierno provincial, manifestó, cree que no "va a quedar más remedio que dar entrada a la iniciativa privada y pública". Sacristán insistió en las "trabas burocráticas" para el funcionamiento de estos entes sometidos a una legislación estatal que, opina, solo pone obstáculos. El regidor ve la utopía metropolitana coruñesa en Bilbao Ría 2000, "que ha conseguido logros muy importantes" como "liberar la cloaca de Bilbao" y poner en marcha infraestructuras, "especialmente las de movilidad" con "colaboración público-privada". El compromiso de la Diputación, señaló, es primar actuaciones de este tipo, dentro de un "plan estratégico" que elimine el 95% de las subvenciones nominativas a Concellos y que facilite que los municipios puedan ofrecer servicios a sus vecinos que sean "sostenibles en el tiempo".

Sobre la relación con A Coruña, Sacristán se plantea dónde quedaron las conclusiones del Coruña Futura, un "proceso de participación interesante", que solicitó opiniones al entorno metropolitano pero que "se guardó en un cajón". Percibe además la necesidad de definir "qué tipo de servicios hay que consorciar". Al igual que Santiso y el regidor coruñés, Xulio Ferreiro, valoró la constitución de la sociedad conjunta que gestiona la depuradora. En la carpeta de debes, Nostián. "Hablamos muchísimo pero cuando se miraron las cifras, se olvidó el tema", censuró el alcalde, que reivindica el coste que genera para los concellos el servicio la separación en origen cuando realmente no se recicla todo lo prometido.

Durante su intervención, su homólogo coruñés, reiteró su "voluntad" para "encontrar una solución" que "no debe ser tan fácil cuando en 30 años" nadie ha sido capaz de hacerlo. Es "ineludible" abordarlo, más allá de la "racionalización de fondos públicos y la prestación de servicios". Sugirió avanzar en temas urbanísticos, de movilidad, de reducción conjunta de emisiones contaminantes y en "mancomunar la transparencia" para que el área sea también "un espacio de innovación política". Destacó la mesa que se ha constituido para dar una solución conjunta a la ría de O Burgo como cuestión común. Ferreiro pidió al resto de regidores "tiempo y paciencia" para trabajar para "ver cómo puede ser la integración", la "fórmula jurídica adecuada para cada cuestión", que otorgue el peso "que le corresponde a la ciudad".

Desde el público, el alcalde de Oleiros, Ángel García Seoane, insistió en que tanto los exalcaldes Javier Losada y Carlos Negreira hablaron de integración "pero nada". Dijo que él estaba dispuesto a apoyar que A Coruña entre y dirija la mancomunidad e instó a Xulio Ferreiro a no seguir el ejemplo de sus predecesores. "Espero que sea más pronto que tarde porque si pasa mucho tiempo voy a dejar de confiar", advirtió.

En la mesa también estaba presente César Longo, primer edil de Paderne y presidente de la Reserva de la Biosfera, que reivindicó el espacio del rural en la construcción del área metropolitana y dejar de ser "figurantes" para atajar el problema de la despoblación, conjugando el cuidado del patrimonio natural e histórico y del urbanismo con medidas que alienten a los vecinos permanecer allí.

Todos los participantes coincidieron en que el tema del transporte público es clave, más allá de la tarjeta metropolitana, una medida "que no resuelve el problema", dijo Sacristán, y que se hizo tras prorrogar las concesiones a las compañías hasta 2020, fecha "hasta la que no se podrá hacer nada". El presidente de la asociación Metropolitana Coruña 3.0, Andrés Precedo, recordó que en las áreas de Oporto y Bilbao, ejemplos "de referencia", el transporte "fue el principio", una política que tiene que tener también como objetivo "vaciar de coches el centro de la ciudad". El alcalde de Oleiros aportó que "la casta no lo va a permitir", datos los intereses de empresas y partidos.