Meses con el agua racionada para evitar que se agote el depósito, pistas de tierra sin asfaltar, fincas y viales sin alumbrado o fosas sépticas en ausencia de red de saneamiento definen la vida en la urbanización O Castelo. Pasadas cuatro décadas desde que se concibiera urbanizar el monte Xalo, la mayoría de las casi 800 parcelas continúa sin los servicios básicos, que la empresa promotora, Terra Nosa, no completó. Reclaman a los concellos de Carral y Cerceda, a los que pertenece el suelo de la urbanización, que intervengan para hacerse cargo de su territorio e impulsar la instalación de servicios.

La petición tiene ahora aval de la Xunta, que acaba de exigir al Concello carralés que proyecte la urbanización de la zona en su plan general. Los propietarios temen, sin embargo, un elevado coste de los trabajos, en cuyo caso piden colaboración a los Concellos. El alcalde de Cerceda, José García Liñares, estima en "unos seis millones de euros" el coste de ejecutar el plan parcial que desarrolla en Concello.

"Aquí no hay gente de dinero. A algunos les cuesta pagar la comunidad", afirma la presidenta de los vecinos, Lourdes Pérez, que acaba su mandato este mes con la decisión de no continuar, "agotada" por las grandes exigencias de la zona y las tensiones que han llegado a generar entre vecinos. La representante figura entre los propietarios que usan fosa séptica por no tener alcantarillado, ya que en algunas fincas los puntos posibles de enganche a la red quedan lejos. Otros vecinos utilizan una depuradora. Tener luz también resulta complicado ya que, asegura la presidenta, no está garantizada la concesión de licencia.

"Yo no sabía que iba a tener que poner luz y fosa séptica. Al principio no te explican los detalles. Supongo que mucha gente vino así. Yo no sabía. Y no vale no saber", lamenta Pérez. En sus seis años en la presidencia ha impulsado el asfaltado de las entradas a las casas, un bombeo de agua para la zona alta o contratar un biólogo para analizar el agua y aún así ve mucho por hacer.

En el origen de los problemas está la promotora, propietaria única de los terrenos y que debía urbanizarlos, pero no lo hizo. El alcalde ,García Liñares, argumenta que es una urbanización privada que el Concello nunca recibió, por lo que, defiende, no le corresponde reclamar a la empresa. Prevé resolver los lindes con Carral la próxima semana y que el plan esté hecho en nueve meses. Lourdes Pérez se muestra pesimista: "No se va a hacer nunca".