El primer día de servicio con la nueva empresa de catering cateringtranscurrió ayer "sin incidencias" en los seis colegios de Cambre y Culleredo que habían sufrido las deficiencias de la anterior concesionariadeficiencias , a la que la Xunta rescindió el contrato el miércoles. Los menús, compuestos por crema de calabacín, pollo asado con patatas y zanahoria y fruta, llegaron en estado y temperatura correctos, según padres, responsables de colegios y ayuntamientos, que recibieron "vigilantes" a la empresa que toma relevo del servicio hasta que se realice otro proceso de contratación, previsto para final del trimestre. Las familias advierten de que realizarán "un seguimiento" y estudian la viabilidad de que las Asociacións de Nais e Pais de Alumnos (ANPA) asuman la gestión de los comedores, aunque temen perder las ayudas de la Xunta.

La nueva empresa, Serunión, envió a un supervisor a cada centro en el que debutaba ayer para comprobar que no se repitieran episodios como los vividos con la anterior. Puré fermentado, lentejas y caldo en mal estado, barquetas que se derretían en el horno al calentar los alimentos y raciones insuficientes colmaron la paciencia de los padres y les llevaron a exigir, arropados por los Gobiernos de Cambre y Culleredo, la rescisión del contrato.

Las familias y los Concellos avisan ahora de que se mantendrán "vigilantes". Padres de alumnos de Culleredo enviaron ayer a representantes del Consello Escolar a supervisar el servicio. En Cambre, los padres y el alcalde, Óscar García Patiño, avisan, tras reunirse ayer, de que harán un "seguimiento" en colaboración. Progenitores de Culleredo critican que no exista "un sistema de supervisión fiable". "Un trabajador de la propia empresa hacía los informes. Es como poner al lobo a vigilar a las ovejas. Si no nos llegamos a dar cuenta los padres, aquí no pasa nada", asegura el presidente del ANPA del Sofía Casanova, Xabier Ferreiro.

Los padres estudian la viabilidad de asumir la gestión de los comedores. Critican que la Xunta no garantice un servicio de calidad y temen perder las ayudas del Gobierno gallego si éste deja de hacerse cargo, lo que supondría una notable subida de precio para muchas familias.