"Mamá, mamá, hoy he comido patatas fritas de verdad", exclamó uno de los alumnos del colegio Isidro Parga Pondal, de Oleiros, el primer día en que la comedor escolar llegó comida preparada en la cocina del colegio y no de una empresa de catering. La Asociación de Nais e Pais de Alumnos (ANPA), tras "dos años de papeleo", consiguió en 2013 terminar el contrato de la empresa que prestaba el servicio de catering y hace dos años lograron consumar su apuesta por la "comida de verdad".

La empresa que se hizo cargo de la cocina del Parga Pondal, Asueto, tiene sede social en Cambre. Yogures ecológicos y helados ecológicos y gallegos -de Casa Xanceda-, pescado fresco al menos dos veces por semana y croquetas caseras marcaron la diferencia con respecto al servicio anterior en este colegio oleirense, que contó con ayuda del Concello para lograr el cambio. El Ayuntamiento les puso una cocina y ayudó a instalarse a la empresa contratada para los menús, elegida por los padres tras conocer su trabajo en otros centros de Oleiros o Culleredo.

Tras el descontento que habían vivido con el servicio de catering precedente, el ANPA del colegio Parga Pondal decidió poner transparencia sobre los menús escolares. Los padres comenzaron a compartir en la página web del ANPA los menús de cada día, explicaciones sobre los valores nutricionales de los menús e incluso fotos.

El Concello de Oleiros cuenta con otro ejemplo de comedor gestionado por un ANPA. Los padres del Valle Inclán se encargan también de la gestión del servicio de comidas de sus pequeños, la opción más abundante en Oleiros, frente a la gestión por parte de la Xunta, modelo que en el Ayuntamiento de Oleirense solo se da en el colegio de A Rabadeira y el nuevo colegio de Nós.