El conselleiro de Educación, Román Rodríguez, compartió ayer comida con alumnos en el comedor del colegio Portofaro, en el que la semana pasada tomó las riendas del servicio de catering la empresa Serunión después de que la Xunta rescindiese el contrato a la anterior, Col-Servicol, tras un "incumplimiento grave y reiterado" del contrato al producirse deficiencias como comida en mal estado o barquetas que se derretían en el horno. El mandatario autonómico garantizó la "calidad" del servicio y se comprometió a agilizar la contratación de una nueva empresa, ya que Serunión asumió el servicio de modo temporal tras resolverse el contrato con la concesionaria.

Rodríguez, que acudió con el jefe territorial de Educación, Indalecio Cabana; el director del centro, Antonio Gil, y representantes de padres y Concello, alabó la "rapidez de intervención de la Consellería al investigar las incidencias y, una vez conocidos los informes de la inspección educativa y sanitaria, tomar las decisiones pertinentes". Agradeció a las asociaciones de padres su labor en los comedores.