Los vecinos de Bribes celebrarán de nuevo este domingo su tradicional Belén viviente junto a la casa rectoral de la parroquia cambresa, más deteriorada en cada edición. Pasados dos años desde que un temporal derrumbase el tejado de la construcción, considerada en estado "ruinoso" en un informe elaborado por técnicos municipales, Iglesia y administraciones públicas siguen sin concretar medidas para recuperar el inmueble que en su día fue "una reliquia", asegura el presidente de los vecinos de Bribes, Manuel Martínez, quien recuerda que hasta hace unos diez años la representación del nacimiento de Jesús se hacía "dentro de la rectoral" y lamenta que ahora la casa está que "se desploma".

El mal estado del inmueble ha llevado al Concello de Cambre a abrir un expediente al Arzobispado de Santiago, de quien depende la construcción, por el deterioro del inmueble y la falta de mantenimiento. "Ahora ya no creo que sea rentable. Y ahí había una lareira de unos ocho metros con columnas de mármol, pero eso cayó todo y no creo que puedan restaurarlo, costaría mucho", teme el presidente de la asociación vecinal. Para evitar peligros, los vecinos ya no representan el Belén en el interior.

Cocido para 400 y 70 actores

Aunque con pena por el deterioro y "con menos gente joven, que pasa de estas cosas", apunta Martínez, los vecinos de Bribes repetirán este domingo su famosa representación del Belén viviente. Unos setenta participantes darán vida a los distintos personajes del nacimiento y cantarán villancicos, frente a los noventa de alguna edición anterior, apunta el presidente vecinal, quien celebra, sin embargo, que habrá una veintena de niños. Para la comida, cocido, se espera el éxito de años anteriores y se prevén unos cuatrocientos comensales. Los socios pagarán nueve euros por el menú y los no socios, once euros.