La concejal de Medio Ambiente de A Coruña, María García, expresó ayer el respaldo del Concello a los mariscadores por el impacto negativo del dragado de la ría sobre sus ingresos, ya que durante 21 meses no podrán faenar y no se prevén compensaciones a los afectados.

La memoria del plan de dragado señala que los daños de esta actividad sobre el marisqueo se analizarán durante la realización de las obras y que será imposible extraer marisco tanto a pie como a flote

García destacó que el documento de la administración central menciona que la reducción de ingresos medios para el marisqueo a pie en el primer año de obras será de 15.906 euros el primer año de obras y de 13.918 euros en el segundo sobre una media anual de ingresos de 49.708 euros, por lo que la disminución sería del 32% en el primero y del 28% para el segundo.

En el sector de flote, el Estudio de Impacto Ambiental calcula los ingresos medios en 29.496 euros y que la reducción será de 19.931 euros el primer año, el 67,5%, y de 14.821 euros el segundo, un 50,2%. En el marisqueo a flote libre el ingreso medio anual es de 35.190 euros y la disminución se estima en 11.585 euros el primer año, el 32,9%, y en 8.688 euros el segundo, un 24,6%. "El impacto económico sobre la actividad marisquera es muy significativo y transcendente", manifestó la concejal coruñesa, quien resaltó que la memoria no aclara quién asumirá el coste de las obras, que no figuran en ningún presupuesto ni actuación entre administraciones.

La margen izquierda de la playa de Santa Cristina, la más cercana al puente de A Pasaxe, será área de acumulación de los lodos no peligrosos extraídos de la ría de O Burgo, según el proyecto redactado por el Ministerio de Medio Ambiente. Debido a esta circunstancia este arenal permanecerá cerrado durante veinte meses. Durante este tiempo estará prohibido el baño en la zona interior de la playa así como "las actividades lúdicas y/o deportivas".

Unos carteles indicadores advertirán de este cierre además de estar acordonado todo el entorno con vallas. En esta playa se depositarán los restos del dragado denominados de categoría I, no contaminados, los que tienen efectos bioquímicos "nulos o insignificantes" y pueden ser vertidos libremente al mar.

El acopio de materiales del dragado en esta playa será temporal, hasta su traslado al punto de vertido fijado en la costa de Miño. Este depósito además se realizará después de efectuar un levantamiento batimétrico de la situación inicial para que después se restituya todo a su estado original.

Los trabajos de eliminación de los lodos también podrán generar sólidos en suspensión. La actuación de Medio Ambiente plantea además una vigilancia de la zona para evitar que las corrientes arrastren los sedimentos depositados por la bocana de la ría. Las corrientes en esta zona son muy rápidas en marea baja por lo que podrían llegar estos sólidos a toda la margen derecha de la playa de Santa Cristina y también a la de Oza en A Coruña.

El proyecto de dragado de la ría de O Burgo, además de incluir la playa de Santa Cristina como zona temporal de acopio de los lodos extraídos, plantea el relleno de dicha playa después. Según figura en el proyecto, se depositarían hasta 16.255 metros cúbicos de sedimentos no contaminados en este arenal para que "permanezca en el sistema de dinámica litoral".

En Santa Cristina ya se realizó una regeneración en 2005 debido a la escasez de la playa seca en la zona este. Ahora este arenal presenta un alto grado de estabilidad y no registra procesos de erosión con pérdida de arena.

Este relleno y los trabajos de dragado de la ría no obstante podrían suponer un cambio en la dinámica de litoral de la playa de Santa Cristina, un cambio en las corrientes con el consiguiente

Los expertos que han elaborado el estudio de impacto ambiental no obstante consideran que no existe peligro de esta afección aunque se exige un control y estudio del entorno por si se presentasen indicios de algún cambio.