Tres sectores de la ría de O Burgo (junto al edificio Miramar, junto a la laguna del paseo y frente al jardín botánico de O Burgo) con una extensión de unas veinte hectáreas, quedan excluidos del proyecto de dragado que ha redactado el Ministerio de Medio Ambiente con el fin de conservar los hábitats existentes y las poblaciones de aves. Esta exclusión se realiza después de las alegaciones presentadas por la Sociedade Galega de Ornitoloxía al proyecto inicial.

Los expertos en aves pedían que no se tocase al menos uno de los sectores por ser una zona de marisma muy importante y la de mayor interés ambiental de la ría, y se incluye también la existentes después de la laguna del paseo marítimo de Culleredo.

Al final el ministerio decidió proteger toda esta franja de la costa de Culleredo por ser la que siempre tiene mayor número de aves. En la decisión también influyó el hecho de que en estos tres sectores los sedimentos del fondo son de categoría II, es decir, con concentraciones moderadas de contaminantes y sin toxicidad, por lo que pueden permanecer en la zona y no ser dragados.

"Han tenido en cuenta nuestra alegación, pero ahora estamos preparando otras a este nuevo documento. El hábitat de la ría es muy pequeño y está muy urbanizado pero es muy importante a nivel de aves acuáticas y el dragado sí va a tener impacto, aunque es cierto que se trabajará por etapas, por zonas, no estará toda la ría en obras. Estas aves que vienen a la ría a descansar y alimentarse antes de seguir su camino ahora tendrán que buscarse otro sitio, irán más al sur. También habrá que ver cómo quedará configurada la ría tras el dragado, sino se aumenta la profundidad que afectaría a algunas aves. Al redactar este proyecto no se ha tenido en cuenta a las aves, solo el uso marisquero de la ría, no el ambiental, educativo, social, de observación de aves", destacó Sergio París, secretario de la Sociedade de Ornitoloxía.

La ría de O Burgo es la número 4 de las 23 de Galicia por número de aves acuáticas invernantes y es la número 15 de España en la lista de humedales. Alberga una media de 3.150 aves acuáticas durante el invierno y es el hogar de 45 especies diferentes en algún momento del año, a las que se suman otras 29 menos comunes. En el Estudio de Impacto Ambiental se censaron 101 especies permanentes de aves acuáticas y en los últimos cinco años se han censado 38 invernantes, el 72% de ellas variedades de gaviotas, el 17% limícolas (zarapitos, andarríos, vuelvepiedras, correlimos...) y un 3% anátidas (patos, cisnes, gansos, porrones..).

De estas 38 especies censadas, 25 están en el listado de especies silvestres protegidas y en el catálogo de especies amenazadas de España. Seis se incluyen en el llamado Libro Rojo (con casi amenazadas y una vulnerable) y seis deben ser objeto de conservación especial según una directiva europea.

En el estudio de impacto ambiental se constata que ninguna de las especies en peligro de extinción, como la agachadiza común o el zarapito real, nidifican en la ría por lo que los autores del proyecto creen que "no representan motivo de especial consideración en el área de estudio", a excepción del cormorán moñudo, que está considerado especie amenazada. Aunque según se asegura en estos últimos cinco años no se detectó en ningún censo, se ven ejemplares de este cormorán con frecuencia al final de la ría, ene el entorno de Santa Cristina, Oza y Bastiagueiro.

La única especie que se cita como reproductora es la gaviota patiamarilla, que no está amenazada. El proyecto de dragado incluye medidas preventivas para no afectar a estas especies. Entre las "medidas compensatorias" se cita la instalación de posaderos para las aves para que descansen sobre todo en la pleamar; la colocación de paneles informativos sobre esta avifauna al finalizar las obras; y sobre todo la conservación de esta zona de marisma de Culleredo que quedará excluida del dragado.

El complejo de marismas de O Burgo ocupa unas 3,5 hectáreas, lo que supone solo el 2% del espacio. Es pequeño porque su superficie se redujo a la mitad hace años con la construcción de la fábrica de la Cros y después la ocupación con el paseo marítimo y los parques y jardines además de las urbanizaciones. Hoy en día también son casi inexistentes los bosques de ribera que había en el entorno, solo quedan pequeños enclaves en la costa de Oleiros como el de O Paraíso.