Miño dispone de dos apeaderos de tren, uno en Perbes y otro en el centro de la villa, pero la escasez de frecuencias y los horarios intempestivos hace que apenas disponga de usuarios. Los pasajeros que utilizan las estaciones a lo largo del año podrían contarse con los dedos de una mano. La situación no es nueva, pero los nuevos cambios aprobados por Renfe para la línea de Ferrol-Coruña, podrían suponer la estocada final para un servicio que ha sufrido una lenta agonía.

Al menos, eso opinan vecinos del municipio como Santiago Gómez, un residente en Costa Miño Golf que en solo tres días ha conseguido recabar casi 1.500 apoyos en la plataforma change.org a su propuesta contra el desmantelamiento de la línea. Este vecino, que se mudó hace una década a la macrourbanización de Martinsa Fadesa, recuerda que en sus primeros años en el pueblo podía usar el tren para sus desplazamientos al trabajo.

Santiago vivió en primera persona los recortes en una línea que han convertido los apeaderos de Miño y Perbes prácticamente en "estaciones fantasma". El progresivo descenso de pasajeros al que se aferra Renfe para justificar el recorte de frecuencias es, en opinión de este residente miñés, el resultado de la implantación de unos "horarios irracionales". "No son horarios lógicos, se quieren cargar la línea y buscan excusas. Renfe nos va a dejar ahora con un solo tren por la mañana y sale a las 0.5.55 horas, ¿quién se supone que va a cogerlo para ir a trabajar o a la Universidad?", se preguntaba ayer el promotor de la recogida de firmas, que sostiene que no faltan pasajeros, si no "voluntad" del Estado para prestar un servicio de cercanías.

La reordenación propuesta por Renfe hará que a partir de ahora los horarios para viajar de Ferrol a A Coruña sean a las 5.55 horas, 13.25, 14.05, 17.18, 19.15 y 20.40 horas. Unos frecuencias que, en opinión de antiguos usuarios de la línea, hace imposible su uso para los desplazamientos por trabajo o estudios.

Y es que la queja de Santiago Gómez la comparten numerosos vecinos de Miño que hace ya años se movilizaron contra la supresión de la línea que les dejaba en A Coruña alrededor de las nueve de la mañana. El PSOE presentó de aquellas varias mociones para exigir unos horarios acordes con las necesidades de desplazamiento y el Gobierno local instó a Renfe a mejorar las frecuencias. Sin éxito.

Las carencias de la línea, sumadas a las deficiencias en el transporte metropolitano, "obligan a los vecinos a coger el coche", lamentan residentes como Santiago, que no pierde la esperanza de que el servicio resucite como cercanías.