Arteixo se ve como vencedor de la batalla que mantiene con Aqualia tras la última sentencia del Tribunal Superior de Xustiza de Galicia, que responsabiliza a la filial de Fomento de Construcciones y Contratas (FCC) del "deficiente estado" de la red de agua. "Es una sentencia clarísima. El juez dice que es un hecho probado que no hubo inversiones y hubo precios con sobrecostes con empresas del mismo grupo que Aqualia", aseguró el alcalde, Carlos Calvelo, la semana pasada tras hacerse pública la sentencia.

Ahora falta que el Juzgado de lo Contencioso-administrativo número 4 de A Coruña se pronuncie sobre la indemnización de 26 millones de euros que reclama el Concello de Arteixo a la filial de FCC. El regidor espera que la resolución judicial llegue en "uno o dos meses". El verano pasado el Tribunal Superior estimó un recurso de Aqualia en el que redujo de 26 a 14 millones de euros (un 46%) la indemnización que debía abonar la empresa como aval mientras no exista un fallo firme que aclare la cantidad.

EBloqueo municipal. La guerra judicial entre el Ayuntamiento y Aqualia se inició en 2013 tras la rescisión del contrato que regía la empresa mixta de aguas Augarsa. Pero el conflicto ya se fraguó mucho antes en los consejos de administración de la empresa mixta. El Concello bloqueó algunas de las inversiones que ahora sí ejecuta, ya que en los consejos el alcalde disponía de un voto que valía doble en caso de que hubiera empate entre la parte privada y la pública.

EPropuestas de Aqualia. La parte privada de Augarsa presentó un plan de negocio que rechazó el Concello en el que entre otras medidas proponía asumir la red de agua del polígono de Sabón para incrementar el volumen de negocio (la Diputación de A Coruña aceptó ceder la gestión del parque empresarial al Concello a finales de 2014, incluida su red de agua). Otro de los proyectos que ahora el Concello pretende ejecutar es la construcción de una nueva canalización de agua que vaya desde los depósitos de Penamoa, en A Coruña, hasta las instalaciones del puerto de Langosteira y Sabón. Costará seis millones de euros y estará financiada por la Diputación, Autoridad Portuaria y con fondos municipales.

EDeterioro de relaciones. Uno de los últimos consejos de administración de Augarsa puso en evidencia el deterioro de relaciones entre la parte pública y privada. Un portavoz de Aqualia acusó a Calvelo de ser el responsable del "bloqueo" y "dejadez" que hundió a la empresa mixta de aguas de Arteixo.

EConsultivo. El Consello Consultivo de Galicia ratificó en 2013 la rescisión de la concesión firmada en 2005 y dio un tirón de orejas al Ayuntamiento de Arteixo por su inacción. Y también vio probado que la compañía incumplió la oferta económica. El Consultivo culpabilizó a las dos partes.