Hace unos quince días las máquinas pasaron por encima de todo el castro de Sadadarriba, uno de los dos pulmones verdes del municipio junto con As Brañas, para realizar una tala masiva del arbolado. El corte tenía autorización de la Consellería de Cultura pero la autorización se otorgó para cuatro parcelas y los trabajos parece que afectaron a una superficie mucho mayor, una docena de fincas según ha denunciado el Partido Popular.

El Plan Xeral de Ordenación Municipal (PXOM) de Sada con aprobación provisional, cataloga y protege este castro que ubica en Tarabelo y le establece un área de protección. En la parte baja, hacia Riobao, se ubica el bosque conocido como Monte Lixandre, que el Gobierno local incluyó como sistema de espacios libres, a obtener para convertirlo en un bosque público. Según las imágenes aéreas realizadas por el PP gracias a un dron (que retrató la situación antes y después de la tala), la tala de arbolado afectó a todo el entorno del castro y también a parte de la zona sur, dentro del Monte Lixandre que quería adquirir el Concello. El Ejecutivo local confirmó ayer, tras visitar la zona, que investiga si se produjo la tala en más terrenos de los que contaban con autorización de Cultura.

El PP ha denunciado la "tala masiva sin autorización" de este bosque además de que se cortó "más del doble" de lo solicitado. Respecto a la autorización, Cultura la otorgó el pasado mes de noviembre pero con condiciones como no tirar los árboles sobre las estructuras del yacimiento arqueológico, hacer los trabajos de forma cuidadosa y no reforestar, además de presentar antes un proyecto de control arqueológico, que el Concello presentó el pasado diciembre a instancias del vecino que promovió esta tala. Además del permiso de Patrimonio esta operación contaba con autorización de la Consellería de Medio Rural.

En la petición de autorización para este corte sin embargo se habla de cuatro parcelas y un área de 13.000 metros cuadrados que incluían más de cien castaños (algunos secos), unos 150 eucaliptos, y casi una treintena de sauces y de robles, respectivamente, además de dos pinos y una quincena de laureles. Sin embargo las imágenes aéreas y la visita al lugar permite ver que la tala afectó a mucha más superficie (en la parte superior, la croa, solo quedó un pequeño árbol). El PP asegura que a unas 3,2 hectáreas frente a las 1,3 autorizadas. El responsable de este corte de arbolado regaló un cargamento de madera a un vecino.

Todo el entorno de la zona talada es suelo rústico de protección forestal y de patrimonio. Dentro del perímetro de protección del castro se construyó no hace mucho un edificio.