Un "reto" difícil de cumplir. El ingeniero y exdirector xeral de Mobilidade Miguel Rodríguez Bugarín se muestra escéptico sobre la viabilidad del tren de cercanías en el área coruñesa. Este catedrático incide en que el objetivo que debe plantearse es un "transporte sostenible" y que no tiene por qué ser sobre raíles. "Aumentar el servicio ferroviario en el área es un reto, no es fácil. Hay que partir del principio de que las administraciones públicas deben mantener unos presupuestos equilibrados, por lo que resulta muy difícil destinar fondos al cercanías si no se justifica la eficiencia de la solución", incidía en la jornada sobre movilidad que se celebró la pasada semana en Betanzos.

En opinión de este experto, las estadísticas no avalan la inversión en el tren de proximidad y apela a la necesidad de ajustar la oferta a la demanda. Pone como ejemplo la línea A Coruña-Ferrol, que dispone de cuatro servicios diarios de media distancia y dos de larga distancia frente a los 32 servicios de transporte público por carretera. Este ingeniero contrapone el número de pasajeros de los últimos años (alrededor de 72.000) con el coste del servicio (1,5 millones). "Es importante saber cuánto cuestan los servicios, porque todo no se puede tener", recalca.

Rodríguez Bugarín tampoco cree que mejorar las frecuencias y horarios para ajustarlos a la demanda de la población del entorno vaya a suponer un incremento cualitativo de los pasajeros por las características del área metropolitana y su población. "Mejorar vías, trenes y frecuencias seguro que mejorará las cifras, pero seguiríamos muy lejos de lo aconsejable, actualmente la línea de A Coruña-Ferrol son 70.000", recalca este ingeniero, que parte de un axioma ferroviario: "grandes masas, grandes distancias". Solo así, dice, eficientes y contaminan menos en zonas en las que el transporte de cercanías no absorbe los pasajeros precisos . Y pone como ejemplo la línea A Coruña-Vigo, que mueve una media de 8.493 viajeros diarios.

La dispersión de la población y el hecho de que en varios tramos la línea no llega a superar los 100 kilómetros horas dificulta en su opinión la puesta en marcha de un servicio de ferroviario de cercanías. Argumenta que en la comarca coruñesa residen actualmente alrededor de 410.000 personas y que han municipios, como Oleiros o Sada, ya de por sí alejados de la red ferroviaria.