Betanzos volvió al presente en la medianoche de ayer tras un viaje al Medievo durante el fin de semana. Vecinos y visitantes se despidieron de la Feira Franca Medieval hasta el próximo año con una nueva jornada de música, malabares, puestos artesanales, cetrería y actividades infantiles, en la que destacó la representación de una de las escenas más emblemáticas de la feria: la expulsión de los leprosos.

Desde la plaza Irmáns García Naveira, numerosos enfermos de lepra -representados por voluntarios, en su mayoría jóvenes- fueron trasladados en un carro tirado por bueyes por el casco histórico para su expulsión de la ciudad, bajo la amenazante mirada de sus vecinos, algunos armados con lanzas o aperos. Una exhibición de caballeros, un número de danza y una representación teatral cerraron la feria.