Betanzos, los caminos de Santiago y la colaboración con A Coruña. Estas son las tres mejores bazas de la reserva de la biosfera para atraer al turismo, además de la coordinación, la gastronomía y la naturaleza, según concluyeron ayer varios expertos en unas jornadas celebradas en el Centro de Extensión Universitaria e Divulgación Ambiental (Ceida), en el castillo de Santa Cruz. El encuentro marcó el "pistoletazo de salida" hacia el trabajo y la organización conjuntos de los 18 concellos distinguidos por la Unesco, asegura el gestor de la Reserva Mariñas Coruñesas e Terras do Mandeo, Jorge Blanco.

"Destaca con una fuerza brutal todo lo que es Betanzos y lo asociado a Betanzos, tanto lo histórico y artístico como lo agroalimentario, en especial el vino. Betanzos es un polo claro de la estrategia", señala el gestor. Junto con antigua capital de provincia, el camino Inglés y el camino del Norte suponen otros recursos que "ya de por sí están atrayendo a muchos turistas". Y como "producto complementario" para poner la guinda al "paquete" comarcal, "la ciudad tiene también una dinámica propia" que la reserva de la biosfera quiere aprovechar y hermanar con sus atractivos.

"Hubo consenso en que la propia reserva en sí misma, como figura, ya es muy potente como atractivo. Y bajo ese paraguas, se pueden incorporar productos de turismo ornitológico, de naturaleza, gastronómico, cultural o patrimonial, material e inmaterial. Hay muchos atractivos que bajo ese paraguas tienen mucha más fuerza", explica el gestor del proyecto. "Ahora, lo importante es empaquetarlo y organizarlo. Ese es el reto", señala.

Los participantes en la jornada, patrocinada por la Diputación, coinciden en que un punto clave para fomentar el turismo del cara al futuro es concebir cada atractivo o cada municipio como "complementario" de otros destinos posibles y trabajar unidos para tener "mucha más fuerza". "La gente puede estar en A Coruña dos días y otro en Betanzos y otro en Sada, o por el Xalo y por Arteixo. Lo importante es que tanto el taxista que recoge al turista en el aeropuerto como el hostelero o el personal del hotel no le hablen solo de Culleredo o de Arteixo, sino de los atractivos en todo el territorio", apunta.

Potenciar la reserva pasará también por buscar el modo de hacer "partícipes" del proyecto a los turistas. "Gustó mucho la idea de hacer que conozcan qué es la reserva, qué significa, y que se involucren en el desarrollo de los comportamientos ambientales", explica.

Los participantes no se marcaron plazos para los avances esbozados, aunque Blanco apunta a este mandato municipal como periodo para poner los cimientos. Por ahora, se ha solicitado formar parte de un club de productos sostenibles de reservas españolas. "Queda mucho por hacer pero nos sorprendimos todos de la potencia que puede tener esto y de la implicación de todos los agentes, desde los concellos a la Diputación, la Universidad o el tejido empresarial y asociativo", celebra.