"Área de recreo situada en un entorno forestal, en las inmediaciones del río Mendo, en un espacio natural de singulares características ecológicas. Densa vegetación de pinos, eucaliptos, robles y alisos que cobija al visitante. Posibilidad de baño en la piscina natural con agua represada del río. Posibilidad de pesca. Buen equipamiento de madera y piedra, en perfecta armonía con el medio natural".

Es la descripción del área recreativa de Reboredo, en Oza-Cesuras, que recoge la página web de turismo de la Xunta, prácticamente idéntica a la que ofrece la web riomandeo.com, de la Diputación. La imagen que las administraciones gallega y provincial trasladan de este rincón de Oza poco concuerdan con la ofrecida por el Concello. A raíz de la intoxicación de cuatro familias por un vertido de fecales, el Gobierno local aseguró que esta zona de recreo, habilitada con fondos europeos a través del Proxecto Mandeo, no solo no cumple las condiciones para el baño si no que presenta actualmente un estado que no invita al esparcimiento.

La intoxicación sufrida por quince personas en este área recreativa, la mitad de ellos menores, deja en entredicho el estado de las inversiones ejecutadas con cargo al Proxecto Mandeo, un plan millonario dirigido a recuperar el río y que incluyó también cuantiosas inversiones en equipamientos con un elevado coste de mantenimiento y utilidad dudosa, como los centros de interpretación de Curtis y Coirós.

La Diputación invirtió en 2010 138.422 euros en adecentar esta zona, rehabilitar la antigua casa de los peones camineros, restaurar el puente de madera y la recuperar de la piscina fluvial mediante la reparación de las compuertas del río para hacer la represa. La Diputación dotó el entorno de elementos para el ocio y juego familiar, como una tirolina y un recorrido a base de troncos y redes.

Han pasado seis años y el área recreativa de Agra ha sufrido importantes desperfectos debido a la falta de mantenimiento, como reconoce el propio Ayuntamiento. Vecinos critican que el área de juegos presenta deficiencias, que falta limpieza en el cauce y que la maleza invade el merendero. El episodio de contaminación detectado el pasado mayo por la Consellería de Sanidade ha disparado las críticas. La Xunta mantiene que se trata de un episodio puntual, pero el Ayuntamiento asegura que hay numerosos vertidos en la zona.