Magullado, dolorido y con el susto todavía en el cuerpo. Alejandro Díez, un joven que fue agredido y atropellado el pasado domingo en Sada a primera hora de la mañanaagredido y atropelladoSada ha recibido el alta y se recupera en casa de las heridas. "Tengo grapas en la cabeza, la nariz fisurada y la espalda llena de quemaduras...", explicaba ayer a este medio.

Este joven sadense de 22 años, brigadista en la localidad, no se explica qué empujó a un grupo de treintañeros a encararse con él cuando se subía al coche con un amigo en la calle de la Obra. "Estábamos saliendo y unos chicos que estaban aparcados en otro coche empezaron a decir que había golpeado su vehículo. Me bajé para ver qué había pasado y uno de ellos vino como un loco y comenzó a golpearme", relata el joven.

"Después me rodearon varios, eran varios hombres y creo que dos mujeres, y empezaron a pegarme, a darme puñetazos y patadas, me tiraron al suelo y uno de ellos arrancó el coche y me atropelló, me arrastró varios metros", asegura.

En el momento de la agresión, relata, estaban solo él y su amigo, que intentó defenderlo sin éxito. "Recuerdo que estaba en el suelo, debajo del coche y llegaron el resto de mis colegas", explica. Los dos grupos se enzarzaron y los supuestos agresores intentaron huir en el coche. La Policía Local, que había sido alertada por uno de los amigos de la víctima, hizo su aparición en ese momento y, mientras varios agentes auxiliaban al joven, otros efectivos salían en busca de los agresores, que intentaron burlar a la Policía ocultando el coche en el aparcamiento próximo al restaurante El Náutico para huir en taxi. Los agentes y varios amigos de la víctima rodearon el taxi y los efectivos les pidieron sin éxito que saliesen del vehículo.

Los supuestos agresores, el conductor, dos hombres y una mujer, se resistieron y llegaron a agredir a un agente antes de ser detenidos. El hombre que presuntamente arrolló al joven dio positivo en alcohol y drogas ha quedado en libertad con cargos, acusado de tres delitos: lesiones, contra la seguridad del tráfico y omisión del deber de socorro.