Un tema de burocracia y falta de voluntad mantiene bloqueados los fondos del colegio O Mosteirón de Sada destinados a sufragar sus gastos de mantenimiento, el pago de facturas como el agua y la luz. Llevan así desde hace una década, desde que en 2006 el centro fue transferido del Instituto Social de la Marina a la Xunta, pero es ahora, cuando ya no les queda remanente de otros años, cuando ha estallado el problema. De hecho el año pasado ya no había dinero para pagar la luz y acudió la compañía a cortarla. "Vieron que era un colegio y por ley no pueden cortar la luz y por eso se paró", contó ayer el presidente de la Asociación de Nais e Pais (Anpa) del centro, Iago Vilanova

Los padres están "indignados" porque el pasado agosto la Consellería de Educación se comprometiese a resolver este problema de titularidad del colegio y ahora se enterasen en el Concello de que todo sigue igual. Sí reconocen que cumplió su otro compromiso, el arreglo de la cubierta de uno de los patios.

"En diciembre del año pasado ya se acordó en pleno abrir un expediente de competencias impropias, para asumir nosotros el gasto de mantenimiento del colegio aunque no nos corresponda, pero el secretario municipal nos indicó en un informe que para que sea legal hay que demostrar que no hay duplicidad y que Hacienda informe, son trámites muy largos. Hicimos todo y lo enviamos a la Xunta pero nos contestaron ahora lo mismo que al principio, no es nuestra competencia. Tendrían que decir en un informe que ellos no van a asumir las competencias. Ahora, con esta última contestación vamos a pedir de nuevo informe al secretario para que diga qué podemos hacer para resolver este problema y desbloquearlo", explicó la concejal de Educación, Raquel Bolaño.

"El problema es que el centro es de la Xunta y el Concello no puede encargarse del gasto de mantenimiento porque no es su competencia. La Xunta da cada año una partida para comprar material, tizas, papel, pero los gastos de mantenimiento son altos, unos 30.000 al año de agua y luz, por lo que al final quitamos de la partida de material para pagar las facturas y así están los niños, con material muy escaso", añadió Iago Vilanova. El presidente del Anpa destacó que los niños "no pueden pagar los platos rotos" de este bloqueo. Los padres incluso valoran no enviar a sus hijos al colegio además de recoger firmas.