El Concello de Aranga ha presentado a la Consellería de Medio Ambiente el documento ambiental estratégico de la primer modificación puntual de su plan general, aprobado en diciembre de 2013. El Gobierno local prevé reclasificar 1.328 hectáreas de suelo rústico de especial protección de espacios naturales, en total, el 9% de la superficie del término municipal. El Ejecutivo plantea que los terrenos pasen a ser suelo rústico de especial protección forestal para "flexibilizar los usos y actividades" en estas zonas y "evitar restricciones innecesarias a los usos productivos".

El cambio afecta a tres ámbitos. Un sector de Vilarraso de 944 hectáreas; otro en As Fervenzas de 284 hectáreas y uno en Aranga que abarca 99,95 hectáreas. El ajuste de las categorías de suelo tiene su origen en los cambios introducidos en la Rede Natura, que inicialmente obligaba a clasificar como suelo rústico de especial protección de espacios naturales As Brañas de Deo y la sierra Cova da Serpe. La Xunta cambió de criterio y, alega el Concello en el borrador del cambio urbanístico, ya "no se considera preceptiva dicha clasificación, dado que la propuesta de la Rede Natura 2000 se encuentra inmersa en un incierto proceso de tramitación, lejos de poder ejercer legalmente como instrumento de protección". El equipo redactor -Monteoliva Arquitectura- argumenta además que los terrenos tienen "un encaje más apropiado en otra categoría de suelo" por los cambios introducidos en la ley de suelo.

El equipo redactor expone que los usos que podrían autorizarse en estas zonas si prospera la reclasificación serían los forestales, agrícolas y ganaderos, con sus edificaciones complementarias y el de vivienda vinculado. También podrían autorizarse en determinados casos las construcciones destinadas a primera transformación de la producción del sector primario.

La modificación estuvo precedida de las quejas de propietarios, especialmente de Vilarraso y As Fervenzas por las restricciones para los usos agrícolas y forestales. Independientes por Aranga demandó varias veces en pleno cambios en la clasificación, especialmente en aquellas zonas que, pese a la categoría otorgada en el PGOM, ya acogían explotaciones forestales, especialmente de eucalipto.

El Concello apela a la necesidad de flexibilizar los usos para favorecer la actividad ganadera, agrícola y forestal en el municipio y "mantener un equilibrio socioeconómico básico, muy afectado por el envejecimiento de la población y la débil estructura económica".

El borrador del plan detalla que hay diez hábitats de interés comunitario en los ámbitos que se prevé reclasificar. Los redactores admiten también la existencia de especies de flora y fauna en peligro de extinción o vulnerables. El Concello recoge una serie de medidas para conservar los hábitats y destaca que los usos permitidos serán compatibles.