Renova ha remitido a la Consellería de Medio Ambiente el estudio de impacto ambiental simplificado para poner en marcha una planta de producción eléctrica a partir de biomasa en el polígono de Teixeiro. La empresa inicia los trámites de evaluación ambiental cuatro años después de reservar los terrenos y de solicitar a la Xunta permiso para la línea eléctrica que daría servicio a la central.

Según recoge el proyecto, a exposición pública desde ayer, la empresa prevé construir una planta de combustión de biomasa para la producción eléctrica de 50 megavatios eléctricos (150 megavatios térmicos). La planta consumiría alrededor de 568.000 toneladas al año de biomasa recolectada fundamentalmente en la provincia.

La planta utilizará la tecnología de ciclo higroscópico y tendrá un funcionamiento continuo para lograr una producción bruta anual de 370 MWh, de los que se transferirán a la red 325.000. Según detalla el proyecto, el régimen de funcionamiento de la caldera será de 24 horas al día, siete días a la semana, mientras que el régimen de trabajo en la instalación de tratamiento de la biomasa será de siete días a la semana, 16 horas al día.

Renova prevé crear 40 puestos de trabajo cuando la planta se encuentre a pleno rendimiento. La empresa ocupará 17 parcelas del polígono empresarial de Teixeiro y ocupará, en total, una superficie de 89.909 metros cuadrados. La empresa estudió dos alternativas, la primera, implantarse en terreno rústico por la proximidad de la materia prima y, la segunda, en un polígono bien comunicado que dispusiese de las infraestructuras necesarias. Finalmente se decantó por el parque de Teixeiro. Renova pretende abastecerse de agua a través de la captación al Mandeo de la que dispone el polígono, que cuenta con un caudal de agua bruta de 3.000 metros cúbicos al día. La compañía estima que el funcionamiento de la planta obligará a utilizar el 12% de la concesión de agua del Mandeo al polígono.

Renova minimiza el impacto ambiental que tendrá la instalación. Admite que el tráfico y el transporte de materiales en fase de explotación generará un impacto "certero", pero, recalca, "de baja magnitud". En cuanto a la generación y emisión de gases, sostiene que solo se producirán durante el proceso de combustión de la biomasa y que la planta dispondrá de un "sistema de depuración de gases procedentes de la combustión previo al envío a la atmósfera" que "disminuirá la magnitud de este impacto". Será "certero y de carácter persistente", pero la "degradación de la calidad del aire en la zona será reducida", mantiene.

Renova admite que un fallo en el funcionamiento de las instalaciones podría originar "episodios de contaminación accidental" que provocarían "un impacto de elevada magnitud sobre la calidad atmosférica, liberando al medio gran cantidad de gases y partículas". Incide en que están previstas las medidas de seguridad necesarias y que es "muy poco probable" que se produzca un percance de este tipo.

La empresa minimiza también el efecto de la puesta en marcha de la planta de biomasa en el entorno natural. Destaca que en la zona de actuación no se localiza ningún espacio de especial protección y que tampoco se ha identificado ningún hábitat de interés comunitario. El entorno protegido más próximo, recoge en el proyecto, es en Lugar de Interés Comunitario Betanzos Mandeo que, sostiene, "se encuentra a ocho kilómetros lineales de las instalaciones". Los hábitats más próximos que detalla se sitúan entre 500 y 600 metros al norte, este y sur del proyecto.