El Concello de Culleredo prevé que su primera vía verde, que enlazará Orro y Boedo y discurrirá junto a la antigua vía del tren, tenga una longitud de 6,8 kilómetros. El estudio elaborado por el Ayuntamiento prevé incluir áreas de descanso y aparcamientos junto a la senda, que se reservará a peatones y ciclistas.

La vía verde atravesará el municipio desde el límite con Arteixo, en el norte, hasta el linde con Cerceda, en el sur. En el tramo existen cuatro túneles: el de Orro, de 410 metros; el de Bregua, de 843 metros; y dos en Ledoño, de 214,5 y 70 metros respectivamente. En los de más de 200 metros se plantea instalar iluminación, al igual que se hará en el pequeño si existe tramo en curva.

El Concello creará puntos de descanso y servicios que permitirán hacer paradas o acoger actividades vinculadas a la naturaleza. Para ello se podrán usar parte de las antiguas estaciones o casetas ferroviarias. En las inmediaciones se crearán zonas de aparcamiento, junto a los accesos, para fomentar su utilización, detalla el Ayuntamiento. Se plantea que las entradas a la vía verde se encuentren en Orro, Bregua, Boedo, Ledoño, A Esfarrapa y Uxes. La vía tiene una pendiente media de un 1%, por lo que "resulta accesible", sostiene el Ayuntamiento. Los trabajos consistirán en acondicionar la senda, tanto el firme como los laterales.

El Concello ha iniciado las gestiones para llevar a cabo el proyecto, después de que la propuesta se aprobara en pleno el pasado mes de junio. El Ayuntamiento se puso en contacto con la Fundación de los Ferrocarriles Españoles, entidad que organiza el programa de vías verdes en España, para la redacción del proyecto. De esta manera se logrará que funcione con los mismos criterios que el resto de vías verdes, explica el Concello. La Fundación, que cuenta con un equipo técnico con experiencia en este tipo de actuaciones, estima una duración de cuatro meses para la redacción del proyecto. Por otro lado, el Concello ya ha remitido la solicitud a Adif para la cesión de los terrenos y está a la espera de la respuesta.

El alcalde, Julio Sacristán, concibe la senda como un proyecto de vocación metropolitana, por lo que propondrá dar continuidad a la senda cullerdense con una red supramunicipal de itinerarios verdes. En este sentido, el regidor plantea continuar la vía verde por un lado hasta A Coruña y por el otro hasta Meirama y defiende que esta red "propiciaría una gran ruta tanto para el turismo como para la movilidad vecinal". "Se podría interconectar con la PRG-11 para ir hasta el monte Xalo y Carral y hasta la costa de Arteixo. Una senda que una Carral con el embalse de Cecebre crearía ya una red cerrada al ya lograr así el enlace con el paseo del Mero y el paseo de O Burgo", explica.