El estudio del director del Museo das Mariñas Capiteis do destruido moesteiro de San Francisco e outros restos do desastre detalla el estado y valor de los capiteles del claustro que atesora una familia betanceira. El historiador considera que uno de los más interesantes es aquel en que puede verse un árbol de la ciencia con una serpiente enroscada que tienta a una persona con rasgos demoníacos y que despliega varias representaciones de caza para hablar de la persecución, tentación, pecado y muerte eterna. Otro de los capiteles trata el tema de la resistencia y la victoria frente a la tentación a través de la representación de dos dragones demoníacos, según detalla Erias en su estudio. El historiador estudió también una pieza representa posiblemente el porco bravo, símbolo del pecado de la lujuria. El director del Museo das Mariñas pudo estudiar además "por gentileza de la familia Dapena" dos capiteles con los escudos de los Figueiroa y Vilousaz lo que, destaca, "demuestra que estas familias colaboraron en la edificación del monasterio".

El estudio, que desveló que parte de los restos del antiguo convento se encontraban casa de un particular, permite conocer también gran parte de las piezas recuperadas. Parte de ellas fueron recuperadas en los últimos años. Algunas fueron reutilizadas en las antiguas escuelas de San Francisco, otras aparecieron encajadas en los muros de la iglesia o aparecieron en la que fue la huerta del monasterio (ahora A Cova do Frade). Restos de lauda sepulcral fueron hallados en casas de los soportales o en el Pasatiempo.

La publicación en el Anuario Brigantino del artículo en el que Erias detalla el destino de parte de las piezas llevó al Concello a iniciar los trámites para recuperarlas, que en algunos casos no han concluido con éxito.