La reunión de la comisión gestora de la mancomunidad y el pleno del Consorcio As Mariñas celebrados ayer de modo consecutivo en la sede del ente comarcal, en Guísamo, evidenciaron la ruptura del Concello de Arteixo con el proyecto comarcal. El alcalde arteixán, Carlos Calvelo, votó en contra de estimar en parte las alegaciones presentadas por ciertos grupos políticos a los estatutos, que se aprobaron con el apoyo de los otros ocho concellos. Calvelo amenazó, además, con dar de baja 500 viviendas del servicio de recogida de basuras que, afirmó, están deshabitadas, y exigió que se ejecute toda la inversión prevista para este año por parte de la empresa adjudicataria de la recogida de basuras, Cespa, sin excluir la parte correspondiente a su concello, como había reclamado en anteriores sesiones. El arteixán concluyó las tres horas de sesiones -entre la reunión, una breve comisión de Hacienda y el pleno-, en las que protagonizó momentos tensos con otros alcaldes, el gestor, el interventor y el secretario, manifestando una sospecha sobre una suerte de complot para dificultar la anunciada salida de Arteixo: "No se va a hacer la mancomunidad".

La estimación en parte de las alegaciones implicará la creación de una junta de portavoces con representación de todos los partidos políticos de las corporaciones miembro. Este ente se reunirá con periodicidad trimestral y, además, cuando lo soliciten al menos un tercio de sus integrantes. Aprobados los cambios sobre el texto inicial al que diera luz verde la asamblea de concejales de la comarca celebrada en julio -con los únicos votos en contra de BNG y de PP de Arteixo-, la comisión gestora remitirá ahora el documento a la Dirección Xeral de Administración Local, que deberá dar su visto bueno o exigir modificaciones. Si el departamento autonómico emite un informe favorable a los estatutos, desde la recepción de ese informe comenzaría un plazo de dos meses para que cada ayuntamiento apruebe el texto en pleno, paso que Arteixo se niega a dar, como avanzó Calvelo, que gobierna el municipio con mayoría absoluta. El rechazo a los estatutos en la Corporación arteixana obligaría a excluir del texto a Arteixo para aprobarlo definitivamente, explicaron el presidente, José Antonio Santiso, y su predecesor y alcalde de Culleredo, Julio Sacristán.

Calvelo justificó su voto en contra porque los estatutos no incluyen la cartera de servicios que había reclamado para que cada concello pueda elegir qué contrato compartir con más concellos, dado que él, insistió, pretende gestionar el servicio de basuras en solitario. Santiso apuntó que los funcionarios ven inviable la carta de servicios. Explicó al arteixán, además, que esa opción impide mantener el personal y los costes de funcionamiento del Consorcio.

Calvelo volvió también a defender que "hay que liquidar el Consorcio". El presidente leyó entonces el informe preceptivo de la Diputación sobre los estatutos, que ve innecesaria la liquidación y aconseja la transformación para dar continuidad a los servicios. Calvelo cuestionó el carácter vinculante del informe y desconfió del motivo por el que se pronuncia sobre el proceso, punto en el que surgieron fricciones con el alcalde de Culleredo, quien acabó por recomendar a Calvelo que pregunte por el informe al funcionario provincial que lo redactó o que lo recurra.

Terminada la reunión de la comisión gestora, se celebró una comisión informativa de Hacienda del Consorcio, en la que se dio el visto bueno a establecer tramos para el cobro de la tasa del servicio de basura a empresas. En esta sesión, de nuevo afloraron las tensiones con Arteixo. Calvelo propuso dejar de cobrar a viviendas deshabitadas. Varios alcaldes le advirtieron de la dificultad de comprobar que la vivienda no se usa ni genera basura y le recordaron que existen dos sentencias que avalan los cobros. "Es una sangría. Solo pido que se deje de cobrar injustamente a la gente", denunció Calvelo. El gerente explicó que el requisito para que pueda dejar de cobrarse el recibo es que las viviendas no reúnan condiciones de habitabilidad. Calvelo advirtió entonces al gerente de que antes de que acabe el próximo mes le presentará al menos 500 solicitudes de baja de viviendas que no reúnen esas condiciones. "Lo comprobaremos", avisó Sacristán, que planteó contratar a una empresa para verificar el dictamen de los técnicos de Arteixo, lo que Calvelo rechazó.

El pleno del Consorcio comenzó con la abstención de Arteixo al primer punto, aprobar el acta de la sesión anterior, voto que no quiso justificar, preguntado por Santiso. Sobre el informe de la concesionaria del servicio de lacería, Servigal, que presenta déficit, el Consorcio acordó estudiar si, como apuntó el gerente, hay aspectos en las cuentas que no se deberían imputar al Consorcio por no recogerse en la oferta inicial y proponer un reequilibrio o incluso licitar el servicio de nuevo. Calvelo pidió un histórico de los datos de recogida de perros.

Sobre la reclamación de dos millones de euros de Albada por el sobrecoste del tratamiento de la basura en una planta de Sobrado dos Monxes en 2011, el Consorcio acordó defenderse. Santiso reiteró su convicción de que corresponde a Albada asumir el coste del tratamiento de los residuos.

La modificación para fijar tramos en el cobro del servicio de basura a empresas se aprobó y quedaron sobre la mesa unas bonificaciones solicitadas por Sada, que presentó una enmienda, para que las estudien los técnicos. El presidente comarcal pidió al secretario y al interventor agilizar el informe para intentar que las bonificaciones puedan entrar en vigor en 2017. La cuenta general de 2015, con un superávit de 1,7 millones de euros, se aprobó con la abstención de Calvelo, quien exigió varias explicaciones.

En el apartado de ruegos y preguntas, la primera teniente de alcalde de Oleiros, María José Varela -en ausencia del alcalde-, planteó formalizar la adhesión del Consorcio al Concello oleirense dado que el Ministerio de Hacienda considera hecha la adscripción. La edil aclaró que es "algo impuesto", que el Concello no busca la presidencia y que solo trata de evitar problemas al vincularse las cuentas del Consorcio a las de Oleiros. Aclaró, además, su apuesta por continuar con la mancomunidad y renunció a una auditoría externa del Consorcio tras hablar con el interventor, propuesta que achacó a un error de redacción. El punto quedó para el próximo pleno, pendiente de estudiar aspectos "técnicos y políticos, como la presidencia", señaló Santiso.

Calvelo preguntó por el estado de la inversión que Cespa debe ejecutar este año. El gerente informó de que está autorizada por el importe correspondiente a todos los concellos menos Arteixo. Calvelo pidió que se ejecute la inversión completa y advirtió de que si el dos de enero no se han comprado camiones, denunciará incumplimiento de contrato.