Samaín, Halloween o Difuntos. Nombres y orígenes al margen, la comarca, sobre todo los más jóvenes, se animó ayer a sacar su lado más terrorífico en las distintas actividades organizadas para festejar la fecha. Algunos vecinos se animaron a instalar elementos y seres oscuros en sus propios jardines particulares. Zombis, brujas, muñecos diabólicos, esqueletos y muchas calabazas pudieron verse por los distintos concellos del área metropolitana. En Sada, por ejemplo, el Concello se inspiró en la tradición estadounidense para celebrar un truco o trato por los establecimientos locales. Además, las calles sadenses contaron con animación a cargo de las escuelas de danza Carmen López y Sadanza. Un ejemplo de iniciativa privada se vio en Ledoño, donde los jardines de varios chalés aparecieron llenos de tumbas, muñecos terroríficos, calaveras, telarañas y hasta una máscara de Scream.