La popular Feria de Todos los Santos abarrotó un año más Betanzos. La llovizna de primeras horas no tardó en disiparse y el buen tiempo animó la concurrencia a este popular mercado brigantino, uno de los más importantes del año. Como manda la tradición, los protagonistas de la feria fueron las flores y castañas, aunque los asistentes no perdieron la oportunidad de llenar sus despensas con frutas, verduras, quesos, embutidos, pan y otros artículos en las decenas de puestos desplegados en la plaza Irmáns García Naveira.

Entre las flores, la más buscada fue un año más el crisantemo para conmemorar a los difuntos.

La afluencia de gente procedente de toda la comarca hizo que el Concello tuviese que desplegar un dispositivo especial de tráfico. Betanzos registró los colapsos y las dificultades de estacionamiento de todos los años, aunque ninguna incidencia relevante, según informó la Policía Local.

El bullicio se dejó sentir desde primeras horas de la mañana en O Campo y fue en aumento a partir del mediodía. La plaza era un hervidero de gente, cubierta casi por completo por los toldos de los puestos de productos alimentos, prendas de ropa, calzado, etc. La animación prosiguió una vez finalizado el mercado, con las terrazas de Los Soportales y los establecimientos de las callejas abarrotados de gente.