Javier Rivas fue uno de los primeros voluntarios en desembarcar en Katsikas. Este electricista de Arteixo fue a "echar un cable". Y nunca mejor dicho. Con la ayuda de otros voluntarios y los refugiados, se encargó de llevar el suministro eléctrico al campamento. Su llegada al campamento le produjo una fuerte impacto. "Me impresionó mucho, no era capaz de entender cómo podían tener a la gente en esas condiciones".