El Ayuntamiento de Oleiros derribó el pasado mes de agosto la parte trasera de dos viejas viviendas en ruinas en la calle Francisca Herrera. Sin embargo, las fachadas principales de las dos casas siguen en pie porque tienen adheridos los cables eléctricos y es necesario retirarlos antes de su demolición ante el riesgo de un corte de suministro, ya que dicho cableado ya cuelga en el aire a ambos lados de los edificios, donde ya hace tiempo que se derribaron también otras viviendas.

En estos últimos tres meses se han mantenido "contactos" entre el Concello y Fenosa sobre la petición municipal de retirar el cableado. La compañía aseguró el mes pasado que estaba "en trámite" una solución para este caso y también para otro junto a la plaza de A Rabadeira, con los cables de la luz pegados a las ventanas.

El propietario de los inmuebles ruinosos que demolerá el Ayuntamiento (luego le pasa la factura a los dueños) solicitó un presupuesto del coste que tendría separar los cables de la fachada y la multinacional le ha indicado que tendría que abonar 11.075,65 euros, IVA incluido. Esta "oferta" se realizó con plazo de caducidad, solo es vigente durante cuatro meses, y supeditada a la obtención de los permisos necesarios.

El alcalde de Oleiros, Ángel García Seoane, denunció ayer que Fenosa solicitase un coste tan elevado por retirar el cableado "de trece metros lineales de fachada", lo que calificó de "juzgado de guardia". Seoane incluso valora la posibilidad de "retirar los cables y emprender acciones legales contra la compañía". Agregó que la compañía está obligada a retirar el cableado y soterrarlo al ser zona urbana.

El Ejecutivo confirmó además que cuando se realizaron las obras de mejora del suministro de agua potable en Francisca Herrera, con la renovación de todas las tuberías, se levantó la calle y se dejaron ya preparados en el subsuelo los conductos para meter el cableado eléctrico soterrado.

El Concello oleirense mantiene varios conflictos con la multinacional eléctrica a causa de postes en muy mal estado (en estado ruinoso como los ubicados frente al colegio Valle Inclán de Perillo, por ejemplo), otros por estar en medio de la calle desde hace años y suponer un obstáculo para el tráfico (como en la Rúa A Carreira de Mera); y en otros casos por el enganche al suministro (como en el caso del colegio de Nós, con luz de obra por la demora en dar el alta).