Sabor a "tierra", "fango", "humedad", "charca", "moho" o simplemente algo "raro". Son los adjetivos que han utilizado vecinos de distintos barrios de A Coruña, y también de algunos de concellos de la comarca, a la hora de calificar el agua que les sale del grifo de casa desde finales del pasado mes de noviembre. Muchos de ellos ya presentaron quejas ante la empresa responsable del servicio de abastecimiento, Emalcsa, y otros han optado por enviarles protestas o preguntas a través de las redes sociales Facebook y Twitter. En todos estos casos la empresa les ha contestado que la "potabilidad está garantizada" y que es normal que las características del agua varíen a lo largo de año, tanto el sabor como el color.

El peculiar sabor del agua se produce en una fecha en la que el embalse de Cecebre, de donde se surte la comarca coruñesa, registra su índice de ocupación más bajo desde hace nueve años, a lo que ha ayudado el hecho de que apenas ha llovido este otoño. Según señala la propia Emalcsa en su página web, el índice de ocupación a 1 de diciembre era del 55,26%, un porcentaje que no se veía desde 2007, año en el que según Augas de Galicia la presa llegó a solo un 29,53% de ocupación.

Emalcsa explicó ayer, tras ser preguntada después de las numerosas llamadas de vecinos y preguntas a través de las redes sociales, que el olor y el sabor del agua pueden variar mucho a lo largo del año al ser "natural", provenir de un río, y puede influir desde la caída de hojas de los árboles en otoño hasta "ligeras diferencias en el nivel de las aguas del embalse de Cecebre".

La adjudicataria del suministro de agua potable en la comarca subraya que "en general las variaciones son imperceptibles" pero "pueden ser detectadas por algunas personas con el olfato o el gusto más fino".

Emalcsa concluye que está garantizado que "la calidad y salubridad del agua es la misma de siempre" y los tratamientos de potabilización "aseguran su total seguridad desde el punto de vista sanitario", según marca la legislación vigente.

Desde Twitter un vecino de San Andrés también alertaba de que además del "sabor raro" el agua presentaba una tonalidad "parduzca". A través de Facebook una residente de la zona de San Agustín aseguraba que había puesto una queja en Emalcsa hace unas semanas pero no había mejorado el sabor. Vecinos de la Ciudad Vieja, avenida de los Caídos o de Os Castros también han alertado a este diario del "sabor a tierra" del agua en los últimos días.

En 2008 se produjo otra alerta similar en la ciudad por el sabor a "humedad o "tierra mojada" del agua del grifo y la explicación de Emalcsa fue similar, la escasez de lluvia y la descomposición de materia orgánica (como hojas), un proceso natural que no afecta a la potabilidad del agua.