Sara Escudero Rubio es una de las dos estudiantes del instituto María Casares de Oleiros que acaba de lograr el Premio Extraordinario Fin de Carreira da Comunidade Autónoma de Galicia.

-Este premio es un valor para su currículo.

-Sí, es muy positivo. Me habían dado el Premio Extraordinario de la Universidad y pedí el de la Comunidad Autónoma, pero no me lo esperaba. En Arquitectura no hay notas excesivamente altas, y yo no era de sobresaliente de media. Es una carrera que no es solo estudiar, son muchas prácticas, leer mucho, investigar, enriquecerte...

-El María Casares donde hizo ESO y Bachillerato de 2002 a 2008 la ha felicitado desde su página web.

-Me ha gustado que lo hayan puesto. Tengo muy buenos recuerdos de estudiar allí, de mis compañeros, también mis hermanos estudiaron allí.

-Arquitectura son 5 años pero pocos la hacen en ese tiempo.

-Los estudios de Arquitectura fueron muy duros pero si te gusta lo llevas bien. Son cinco años más el proyecto. Hice cuatro años en la Escuela de Arquitectura de A Coruña y el último en Nantes, en Francia, y luego ya me quedé allí medio año en prácticas, en un estudio bastante grande. No soy del Plan Bolonia, soy anterior, donde no es obligatorio hacer prácticas pero consideré que era una experiencia buena.

-¿Qué tal fue trabajar en el extranjero?

-Muy bien porque los españoles estamos muy valorados por toda la formación que nos dan en la parte técnica, por lo menos los que hicimos el plan antiguo.

-Pero ahora ha vuelto.

-Volví para hacer el proyecto fin de carrera, un año y pico. No tenía prisa porque era un tema muy interesante y quería hacer una investigación. Mientras, tuve unos meses una beca del ministerio.

-¿De qué trató su proyecto?

-La reordenación del campo da festa de A Fraga en Gondomar. Incluía el campo y todo el núcleo de alrededor. Se trataba de una intervención que reforzara la fiesta, el vínculo con la gente, el espacio público. Me gustó porque es la arquitectura en relación con el paisaje y la gente, no solo es el edificio. Había parte técnica y parte humana.

-Y ya tiene trabajo, en el estudio Creus y Carrasco, que acaban de ganar el Premio Galego de Arquitectura.

-Sí. Creus era el tutor de mi proyecto de fin de carrera y empecé en su estudio en 2015 y hasta hoy. Por ahora me planteo seguir aquí. Algún día haré un máster sobre urbanismo. También me gusta la investigación. Para tener tu propio estudio queda mucho rodaje. Tampoco descarto salir fuera, no para siempre pero sí un tiempo.