La Autoridad Portuaria sigue sin concretar los plazos de construcción del centro de interpretación del castro Cociñadoiro, el yacimiento arqueológico que desmanteló durante las obras de construcción del puerto exterior y que los expertos consideran único en su antigüedad y del que destacan su construcción monumental, un grado sorprendente de organización urbanística y la especialización en metalurgia. En su estudio El yacimiento de Punta de Muros, los arqueólogos Juan A. Cano Pan y Fernán Gómez Filgueiras de Brage defienden la tesis de que se trataría de una factoría de producción de bronces en el contexto del final de la Edad de Bronce.

La singularidad del yacimiento y la polémica generada por su desmantelamiento durante las obras de la dársena exterior llevó a la Autoridad Portuaria a prometer la rápida apertura de un museo que exhibiría las piezas. El centro de interpretación ideado para dar una segunda vida a este castro debería haber abierto sus puertas en 2012. Al menos ese era el plazo que había fijado inicialmente la Autoridad Portuaria. Casi un lustro después, el Puerto evita fijar plazos y se limita a responder que tramita una compleja modificación urbanística para emplazarlo en Monticaño y que podría estar listo en 2 018.

La Autoridad Portuaria tampoco desvela dónde almacena actualmente los restos del yacimiento, cerca de 10.000 piezas inventariadas para su exhibición en el centro de interpretación y cuya ubicación a día de hoy es un misterio. Consultado el pasado 30 de agosto, e l presidente de la Autoridad Portuaria de A Coruña, Enrique Losada, eludió aclarar su destino y se limitó a explicar que están "debidamente custodiadas" para "ponerlos en valor" posteriormente. "Más que el lugar donde están lo importante es que la conservación se lleva adecuadamente", argumentó Losada.

La construcción del centro de interpretación del castro Cociñadoiro tuvo una tramitación larga e intrincada. El Puerto sacó a concurso el 21 de mayo de 2009 la redacción del proyecto constructivo y museográfico, que se adjudicó casi dos años después, el 11 de febrero de 2011, a Irisarri-Piñeira por 167.000 euros. El organismo portuario mantenía en 2011 que destinaría a las obras 2,1 millones y que el museo abriría sus puertas en el segundo semestre del 2012. El centro de interpretación dispondría de una superficie de 2.200 metros cuadrados y una plaza pública "a modo de gran paseo atalaya". La zona de exposición tendría tres salas en las que se abordaría la situación geográfica del castro, sus características y el proceso de excavación.

El emplazamiento que se barajaba en ese momento era una parcela entre Suevos y Rañobre, como reclamaban los afectados por las obras del puerto exterior, que habían rechazado el emplazamiento original, en Langosteira, por su lejanía de los núcleos de población.

El Puerto demoró el inicio de los trabajos y finalmente se decantó por modificar la ubicación a Monticaño por su accesibilidad. El ente portuario mantuvo entonces que el museo estaría listo hasta 2018. El plan de empresa del Puerto recoge que las obras empezarán este año, pero consultado sobre los plazos su presidente, Enrique Losada, aseguraba recientemente que, por el momento, está a la espera a recibir el visto bueno de la Xunta para empezar las obras. El Gobierno gallego debe aprobar la modificación urbanística para la construcción del centro en Monticaño, una ubicación que Patrimonio cuestiona.

En Marea presentará en el Congreso una proposición no de ley para instar al Gobierno a agilizar el proyecto y acusa a Puerto de "desentenderse del patrimonio.