El paseo fluvial de Os Caneiros acumula contratiempos. Este proyecto, gestado en 2010 y que fue excluido del Proxecto Mandeo, se enfrenta nuevamente a problemas en la segunda intentona de licitación. A las protestas de los grupos ecologistas y la impugnación de la contratación por parte del BNG, se suma ahora las reticencias del Concello de Coirós a permitir la construcción de la escollera prevista en su territorio.

Un portavoz del Gobierno local de Coirós confirmó ayer a este medio que no darán licencia de obras para construir la escollera de O Regueiro por expresa recomendación de los técnicos. Según informó el Ejecutivo, la obra, tal y como está planteada, incumpliría la normativa, por lo que invita al Concello de Betanzos a presentar una solución alternativa.

El Ayuntamiento de Betanzos actúa como órgano licitador de esta obra debido a que fue excluida en 2010 del Proxecto Mandeo de la Diputación por las dificultades para hacerse con los terrenos. En compensación, el Gobierno provincial accedió durante el pasado mandato a financiar los trabajos, pero delegó en el Concello betanceiro su contratación, lo que provoca la singularidad de que Betanzos contrate obras en el municipio vecino.

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Ruta informativa y de protesta

El alcalde de Coirós, el popular Francisco Quintela, ya informó a los colectivos críticos con el trazado del paseo fluvial de Os Caneiros de su negativa a autorizar los trabajos. Un contratiempo más que sumar a la larga lista de sobresaltos que acumula un proyecto valorada en más de medio millón de euros.

Esta actuación llevó ayer más de medio centenar de personas a participar en una ruta reivindicativa para exigir cambios en el trazado. La caminata fue convocada por la Sociedade Galega de Historia Natural, el Grupo Naturalista Hábitat, Adega, la Plataforma en Defensa da de Ría de Sada e Betanzos, Arco Iris, el Grupo de Anelamento Hércules y las asociaciones culturales Lar de Unta, Roxín Roxal y O Rabo do Galo. El BNG y Betanzos Novo secundaron la protesta, a la que asistió el diputado nacionalista Xosé Luis Rivas, Mini.

Los ecologistas no se oponen a la construcción de la senda fluvial, pero alertan del impacto de algunas de las actuaciones previstas y lamentan que el Ayuntamiento no haya atendido sus recomendaciones para minimizar el impacto en enclaves de elevado valor ecológico, como el carrizal de San Xiao. Este humedal está considerado hábitat potencial de un ave en peligro de extinción, el escribano palustre, para cuya conservación la Xunta aprobó un plan especial. Los colectivos se oponen a la construcción de una pasarela pilotada 120 metros por el humedal y a un relleno de 700 metros para hace un vial de jabre paralelo a una pista ya existente.

Otra actuación que no convence a los ecologistas y partidos como BNG o Betanzos Novo es la canalización de fecales de un edificio de A Cañota construido en la década de los 90 en la zona de servidumbre. Sostienen que hay alternativas para ejecutar la red más alejada del río.

El tercer punto conflictivo de la senda es la "cementación" de 30 metros del río para la escollera de O Regueiro por su "grave afección paisajística y ecológica al espacio natural protegido ZEC Betanzos-Mandeo".

El Concello de Betanzos niega el impacto ambiental de la senda, aunque no descarta ciertas modificaciones durante la ejecución. El Ejecutivo defiende la escollera por la necesidad de evitar desprendimientos y apela a la necesidad de erradicar los vertidos para justificar la canalización. El Gobierno local sostiene que la senda no invadirá el carrizal y asegura que si que tuvo en cuenta varias de las sugerencias realizadas en su día por los ecologistas.