El Concello de Betanzos acordó ayer en Junta de Gobierno local suspender cautelarmente el proceso de contratación del paseo fluvial de Os Caneiros, que sacó a concurso el pasado 28 de diciembre por más de medio millón de euros. El Gobierno municipal ha estimado parcialmente los recursos del BNG y las peticiones de los colectivos ecologistas y ha anunciado su intención de revisar el proyecto y "estudiar la viabilidad de soluciones técnicas con menor impacto ambiental".

El Ejecutivo ha tomado la decisión de paralizar el proceso de contratación después de que el Concello de Coirós le comunicase que no autorizaría la escollera prevista en su territorio y solicitase a Betanzos que presentase una "solución alternativa". Precisamente uno de los motivos alegados por el BNG para impugnar el concurso era el que recogía obras en otro municipio.

La senda de Os Caneiros vuelve a quedar, al menos temporalmente, en punto muerto. Este proyecto ha sufrido numerosos reveses desde su gestación en 2010. El plan fue excluido del Proxecto Mandeo por los problemas del Concello para obtener los terrenos. El Ayuntamiento resucitó la senda en 2014, año en que consiguió el compromiso de la Diputación de financiar el proyecto y presentó uno modificado que suscitó nuevamente las protestas de los ecologistas por incluir una canalización de fecales en la zona de servidumbre del río, la cementación de un tramo de O Regueiro para una escollera y una senda pilotada y rellenos en el carrizal de San Xiao.

El proyecto quedó temporalmente en suspenso y el pasado diciembre salió a concurso para sorpresa de los colectivos críticos, que volvieron a movilizarse para exigir que se revisase y que se redujese el impacto de la senda. Sus peticiones fueron respaldadas por BNG y Betanzos Novo, que participaron el pasado domingo en una ruta reivindicativa organizada por la Sociedade Galega de Historia Natural, el Grupo Naturalista Hábitat, Adega, la Plataforma en Defensa da de Ría de Sada e Betanzos, Arco Iris, el Grupo de Anelamento Hércules y las asociaciones culturales Lar de Unta, Roxín Roxal y O Rabo do Galo.

El futuro del proyecto está en el aire. Si una vez revisado el proyecto de obra se acordase modificar sustancialmente el proyecto técnico, el asunto deberá recalar nuevamente en pleno y será preciso solicitar los informes sectoriales y autorizaciones preceptivas, así como la financiación correspondiente. En ese caso, se suspendería definitivamente el proceso de licitación y habría que iniciar otro con un nuevo proyecto.

Los plazos juegan en contra del Concello, que debe ejecutar y certificar la obra antes del 1 de noviembre, a no ser que obtenga una nueva prórroga de la Diputación.