Los tres grupos que conforman el Gobierno de Sada mantuvieron ayer una reunión para consensuar cambios en el plan general, pendiente aún de aprobación definitiva, de cara a facilitar la "devolución gratuita" del pazo de Meirás. El encuentro estuvo precedido de un desencuentro público entre BNG y Sadamaioría al hilo de las previsiones que incluye el documento urbanístico, que fue aprobado con el voto favorable de ambos grupos y del PSOE y PDSP.

El principal motivo de discrepancia giraba en torno a la expropiación de unos terrenos y una casa extramuros de los Franco para ejecutar un centro sociocultural y un parque. Los nacionalistas enviaron una carta a Alcaldía para reclamar que se enmendase el documento aprovechando que la Xunta había rechazado dar su aprobación definitiva y se retirase la expropiación del suelo y la vivienda "robada al erario público" por 395.920 euros.

Otro punto de desencuentro es la previsión de posponer el posible uso público del pazo a un plan especial de protección. Declaraciones del alcalde, Benito Portela, cuestionando la posibilidad real de conseguir la devolución gratuita con el actual marco legal soliviantaron al BNG, que expresó su negativa a "pagar un solo euro" y cerró la puerta a su posible recuperación vía expropiación al entender que sería un "repago por un expolio".

Los nacionalistas advirtieron que estaban dispuestos a votar en contra del PGOM de mantenerse esas previsiones y, en respuesta, Alcaldía convocó a los grupos a una reunión para encauzar la situación.

Benito Portela presentó ayer una propuesta a los grupos que pasa por modificar la estimación de costes de la expropiación de los terrenos y la casa extramuros y modificar la ficha del pazo de Meirás para condicionar las actuaciones en este ámbito a "la devolución gratuita de los terrenos", que estaría supeditada, entre otros extremos, a cambios en la ley de recuperación de la memoria histórica. Sadamairía propone además añadir una disposición transitoria para que hasta la aprobación y entrada en vigor del plan especial, el pazo quede sujeto al régimen transitorio contenido en el artículo 57 de la Lei de Patrimonio y no se admitan cambios de uso. Este cambio tiene especial relevancia, ya que limitaría la maniobra de los actuales propietarios, los Franco, para vender el pazo con fines hoteleros o de otro tipo. El alcalde apeló ayer a su disposición a encauzar la situación a llegar a un acuerdo, pero con más de una pulla a sus socios del BNG por su "cambio de criterio" al "cuestionar ahora una expropiación que no habían cuestionado ni en este mandato ni al presentar sus alegaciones al PGOM" y recordando que fueron los primeros en incluir la expropiación del pazo. El Bloque, por su parte, incide en que apoyó el plan general por la premura de plazos y siempre y cuando se realizasen cambios con posterioridad.

BNG y PSOE estudian la propuesta y se muestran confiados en llegar a un acuerdo al compartir el propósito esencial.