"Es posible que se trate de una especie pirófita y colabore con la propagación de incendios y colonización después del fuego", dice la Xunta en su folleto informativo sobre la Hierba de la Pampa. Su sospecha está más que confirmada en el polígono de Iñás. En cada una de las plantas de plumacho que fueron arrasadas con gasolina y fuego el pasado 1 de diciembre han rebrotado decenas de nuevos pies, vigorosos y algunos con hojas ya de cuarenta centímetros de largo y han pasado poco más de tres meses desde que el Concello de Oleiros pusiera en marcha este nuevo método para contener el avance de esta planta invasora. Los bebés-plumacho no han esperado ni a la primavera para revivir y multiplicarse, y es solo el comienzo.

El alcalde, Ángel García Seoane, ordenó a operarios municipales que, bajo la supervisión de efectivos del Grupo de Emergencias Municipal de Oleiros, llevasen a cabo esta iniciativa, pionera en la comarca y posiblemente en Galicia. El regidor mandó empezar por varias parcelas vacías en Iñás, totalmente invadidas por los plumachos y que los dueños no limpiaban. La Xunta autorizó esta quema controlada que también se solicitó para parcelas municipales en Canide. El objetivo era probar si era efectiva, como otro método más, y sobre todo en una zona en que se prefirió no utilizar herbicida debido a la presencia de regatos en la zona.

Además de este día, el 1 de diciembre de 2016, el pasado 17 de febrero Emergencias volvió a terminar el trabajo a Iñás, estuvieron ocho horas seguidas quemando estas plantas invasoras, hasta se quedaron a comer un bocadillo en la zona.

Los primeros plumachos arrasados, los de diciembre, son los que evidencian con más claridad que este método es contraproducente, están llenos de nuevos brotes, surgidos entre las cenizas de la planta. Sin embargo, enfrente, justo delante del vivero de empresas, el mismo día 1 de diciembre de 2016 un vecino limpiaba la enorme parcela, cortando estas plantas y otra maleza de la forma tradicional y con ayuda del tractor. Se puede ver ahora este terreno, totalmente limpio.

El arranque manual solo es posible con plantas pequeñas, debido a lo fuertes que son sus raíces y lo que cortan sus hojas. Es necesario maquinaria para arrancar las plantas adultas, y cuidando de eliminar el rizoma para que no rebroten. Incluso las plantas arrancadas si se dejan tiradas en el terreno y hay humedad, enraízan de nuevo. Este método es caro y trabajoso, hay que limpiar cada año. Otro sistema que indica la Xunta para controlar esta plaga es con herbicidas con glifosato, diluidos. A nadie le gusta aplicar un producto contaminante pero por ahora es el único método que funciona. Aunque es difícil pulverizar una planta adulta, de dos metros. Los métodos biológicos de control están en investigación.