Una pancarta en la fachada del Concello de Sada urge unas ayudas que siguen sin fecha un año después de la histórica inundación que anegó el centro de la villainundación. Hoy se cumple un año de una riada que provocó daños en un centenar de viviendas, locales y vehículosriada y todavía no hay plazos para las obras de mejora de la canalización que recomiendan los expertos para evitar que se repita la catástrofe similar.

"Los días que llueve fuerte me entra un miedo... ", confesaba ayer María Casal. Esta autónoma tuvo que cerrar tres meses su peluquería Destellos para arreglar los desperfectos provocados por las inundaciones en Sadainundaciones en Sada. El Consorcio de Seguros se hizo cargo en parte de los arreglos, pero ella también tuvo que rascarse el bolsillo para reanudar su actividad. "Gracias a Dios sigo en pie, pude tirar para adelante. La verdad es que tuve mucha suerte con los clientes", agradece. De ayudas, lamenta, nada. "El Concello las solicitó, pero no hubo suerte", dice.

Miguel Villaverde tiene grabado el 30 de marzo grabado a fuego en el calendario. La riada le afectó por partida doble. La trompa de agua provocó importantes desperfectos en su casa de As Brañas y en su negocio, el bar A Lagoa. Él fue en primero en alertar a la policía y denuncia la tardanza del Concello en tomar medidas. Este vecino no oculta su malestar por la gestión del Ayuntamiento, al que acusa de agravar la situación por no abrir a tiempo "las compuertas", como denominan a unos desagües de residuales. Denuncia también que no se limpia el río y propone "poner hierros en las entradas" para evitar atascos por ramas u otros materiales.

Miguel no es el único afectado que cuestiona las explicaciones ofrecidas por el Concello y la Xunta, que atribuyen lo ocurrido a la suma de fenómenos adversos. Muchos de los afectados consultados sostienen "no llovió más que otras veces". Más allá de buscar culpables, todos urgen medidas para que lo sucedido no se vuelva a repetir.

RIADA EN SADA: AYER Y HOY

Tensa normalidad en las calles más afectadas por la riada. Las calles Cambre, Culleredo o Abegondo, las más afectadas por la riada, han regresado a duras penas a la normalidad. La mayor parte de los vecinos asegura que no ha recibido ayudas "salvo algunas estatales en los casos de carecer de seguro" y que los ingresos del Consorcio de Compensación de Seguros no han cubierto la totalidad de las pérdidas. Los residentes solicitan mejoras de las canalizaciones, más limpieza en el río para evitar atascos y buena parte de los consultados cuestionan el protocolo de emergencias.